El enfrentamiento entre los partidos de la Liberación Dominicana y Revolucionario Moderno ha caído en un periodo de degradación en medio de la pandemia, cuando la gente espera mensajes alentadores y sustentados en propuestas sustentadas en soluciones sobre la crisis de valores, de la economía y del sombrío futuro que habrá a partir de agosto.
El PLD utiliza desde hace días el argumento del narcotráfico como arma política, tratando de colocar al PRM en una situación de conflicto en el terreno electoral, con un discurso agresivo contra el negocio de las drogas. Mientras el PRM ha tratado de recurrir al argumento de la corrupción enfilado hacia acusaciones contra Gonzalo Castillo, los peledeístas han apelado ahora al tema de las drogas para ganar terreno cuando las elecciones presidenciales y congresuales llegan a la cuenta regresiva.
El caso de Leonel
Leonel Fernández, candidato presidencial de la Fuerza del Pueblo, se ha mantenido alejado de este debate entre el PLD y el PRM, con un proselitismo cada vez más activo en diferentes puntos del país, con una estrategia de mayor acercamiento con los votantes y con pronunciamientos sobre los problemas que afectan a la población.
Desde resultados de las encuestas hasta el tema del narcotráfico, el PLD y el PRM buscan polarizar el escenario político-electoral, pero Fernández y sus seguidores se movilizan sin mucho ruido por todo el país con ofertas sobre la situación nacional.