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El crimen de Ebony Simpson, la violación que perturbó la paz de un pequeño pueblo de Australia

Ebony Simpson fue atacada sexualmente por un hombre cuando regresaba de clases en un pueblo de Australia. Fuente externa
Ebony Simpson fue atacada sexualmente por un hombre cuando regresaba de clases en un pueblo de Australia. Fuente externa

El día había empezado como cualquier otro para la familia Simpson. Ebony, de 8 años, asistió a la escuela en Bargo, Australia. En esta localidad todo se mueve a un ritmo más lento. Es elegida por muchas personas para escapar del ruido de Sidney (queda a 100 kilómetros de esa ciudad en Nueva Gales del Sur). La nena, como de costumbre, debía ser tomarse el micro escolar. Sin embargo, un cambio aparentemente insignificante en la rutina alteró su rutina. Era el 19 de agosto de 1992.

La rutina habitual era que Ebony se encontrara con su madre a unos metros de la parada. “Llegaba tarde tratando de resolver algunos asuntos relacionados con el seguro y le pedí a uno de sus hermanos, Zac, que fuera a buscar a Ebony”, recuerda la mujer como si hubiera quedado paralizada en ese día pese a que ya pasaron más de 30 años.

El día del horror

El micro de Zac se retrasó y Ebony se vio obligada a hacer el corto trayecto a casa sola, algo que había hecho antes sin problemas. Toda esa serie de cambios hicieron caer la red de cuidado sobre la nena como si fueran fichas de dominó. Bargo era un pueblo tranquilo. Se conocían todos.

Cerca de las 16 horas, Ebony se bajó del micro en la esquina de las calles Bargo y Arina. Vestía un jogging escolar azul y una campera rosa. En su espalda llevaba la clásica mochila cargada de libros escolares. Mientras caminaba hacia su casa, una vecina la vio por última vez. La nena caminaba sin preocupaciones evidentes por el camino que conocía de memoria hacia su casa. Pero pocos minutos después, Ebony desapareció.

Cuando Zac llegó a casa, notó la ausencia de su hermana. Su desconcierto inicial dio paso al pánico, y rápidamente llamó a Christine, quien también quedó alarmada. Madre e hijo recorrieron el barrio.. Le preguntaban a vecinos y amigos. Gritaban el nombre de Ebony en vano. Christine contactó a la policía. Así se inició una búsqueda por todo el pueblo y en los bosques y acantilados que lo rodean. Se usaron helicópteros, perros rastreadores y voluntarios locales.

Un hombre y un coche sospechoso

Mientras la búsqueda continuaba, un vecino informó haber visto a un hombre trabajando en el capó de un auto en Arina Road, en el camino que había tomado Ebony. La descripción del vehículo y del hombre era detallada: un coche amarillo, posiblemente un Mazda, en malas condiciones; y un hombre delgado, con cabello castaño hasta los hombros, vestido con una camiseta negra y jeans. Ya había un sospechoso que buscar. La punta de una madeja para hallar a la nena.

Christine recordó haber visto un coche similar días antes, estacionado cerca de la parada del micro escolar. Ambos relatos llevaron a la policía a localizar un Mazda amarillo 808 en el área. Este vehículo pertenecía a Andrew Peter Garforth, un hombre de 29 años que se había mudado recientemente a Bargo con su pareja y sus dos hijos pequeños.

Garforth era conocido por la policía por delitos menores como robos sin violencia. Sin embargo, al ser interrogado, no tardó en confesar el crimen de Ebony con escalofriante frialdad y una falta total de remordimiento. Los policías esperaban un interrogatorio largo, pero en pocos minutos el asesino se quebró.

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