El país está sumido en una prueba de fuego por la amenaza del coronavirus que pone al desnudo la necesidad de la solidaridad y la comprensión, que no hay duda se han pedido desde hace muchos años.
El fanatismo y el individualismo han sido dos focos de la desunión en la sociedad, pero el virus detectado en Wuhan, China, parece que ha puesto a muchos ciudadanos a pensar sobre la urgencia de apelar a la comprensión en torno al sufrimiento de los demás.
El impacto del virus ha puesto al descubierto también la importancia de los seres humanos y que existe rasgos que no debe desaparecer, como la humildad, la amistad y amor hacia el prójimo. Más de 10 mil personas han sido víctimas del virus en todo el mundo.