Tal vez he leído o escuchado un millón de veces la frase exquisita de Manuel Diez Cabral: “Los hombres los define el coraje”… pero es en este momento, al leerlo en unas palabras de gracias y cierre de año enviadas a por mi querida Milagros Escarramán a mi correo, que las siento con vida revoloteando en mi cabeza.
Miro atrás y paso revista a los últimos siete años y llego a la conclusión que, en verdad, solo el coraje puede mantenernos en pie, aún cuando la oscuridad no nos deja ver el final del túnel y nos repetimos, una y otra vez, tarde o temprano llegaré a ver la luz.
Y a medida que avanzo en mi lectura en el correo me topo con este párrafo: “Así, con un espíritu impetuoso y lleno de coraje, llegan muchos al cierre, algunos cojos y otros tuertos, con heridas de guerra, pero movidos por la fuerza de los sueños, esa que comienza cuando se acaban las del cuerpo”.
Y pienso que Milly, como cariñosamente la conocemos en los medios, ha hablado por mil años, pues sin importar cómo hemos concluido este 2014, ansiamos un cambio de año para sacudirnos los malos ratos, levantarnos de las caídas, separarnos de las tristezas y emprender con nuevos bríos nuestra agenda de metas y sueños.
Mis ojos se topan con otra sorpresa al terminar la lectura y encontrar el mensaje que cierra el correo: “Hoy les traspaso algo que aprendí en 2014: detente un momento, toma un respiro y ve a los tuyos.
Porque la vida pierde sentido si no se puede compartir. Acércate”.
Aprovechemos este último mes para hacer un verdadero alto, pasar balance, plasmar sueños, elaborar estrategias, pero sobre todo disfrutar lo que tenemos en las manos y dar amor a los que queremos.