No ha comenzado en su trabajo y ya está en medio de una polémica.
Esta semana se reveló que Brian Niccol, el recién designado director ejecutivo de la cadena de cafeterías Starbucks, haría un trayecto de casi 1.600 kilómetros para desplazarse desde su casa en Newport, California (suroeste de Estados Unidos) hasta su oficina que estará en la sede central de la empresa, ubicada en Seattle, en el noroeste del país.
Las críticas a este uso del transporte, en su mayoría hechas desde las redes sociales, tienen que ver con la serias discrepancias que hay sobre las políticas públicas de la compañía en términos de conservación ambiental y el estilo de vida de sus altos ejecutivos.
Niccol fue designado hace poco como el nuevo director ejecutivo de Starbucks y se espera que comience en su cargo el próximo 9 de septiembre.
Starbucks no respondió a las solicitudes de entrevista de la BBC sobre este tema.
En la oferta del contrato se anota que “no tendrá que mudarse a la ciudad donde está la sede central de la empresa, pero estará de acuerdo que tendrá que desplazarse desde su residencia hasta la sede central para cumplir con sus responsabilidades”.
El documento señala que él podrá acceder a las aeronaves privadas de la compañía para “realizar viaje de negocios” y para “viajar desde su ciudad de residencia hasta la sede central de la compañía”.
Starbucks señala que se acondicionará una pequeña oficina remota en la ciudad de Newport para que sea usada por Niccol cuando esté en California.
La cadena de cafeterías tiene una política de trabajo híbrido que obliga a sus empleados a ir a la oficina al menos tres días por semana.
Sin embargo, la empresa no confirmó si esa política se aplicaba también a los altos ejecutivos como Niccol o si el trabajo remoto desde California será suficiente para cumplir con esos requerimientos.
Dan Coatsworth, analista de inversiones de AJ Bell, le dijo a la BBC que a Niccol «en el papel se le estaban dando las mismas condiciones de trabajo híbridas que a otros empleados de oficina, como era de esperar».
«Sin embargo, lo que deja un sabor amargo es la idea de que pueda utilizar un avión privado para recorrer 1.600 kilómetros entre California y Seattle», añadió.
Coatsworth señala que si bien el uso de un avión privado no sólo es malo para el medio ambiente y enviaría un mal mensaje a los clientes y al personal, también «en última instancia, no es una forma práctica de administrar un negocio de US$105.000 millones con aproximadamente 400.000 empleados».
«Un líder necesita estar en el corazón de una empresa, no sentado en la playa disfrutando de las ventajas del trabajo», afirma.
Para el experto el hecho de que Niccol haya sido reclutado para darle una nueva vida a Starbucks implica que tiene un gran desafío por delante.
«No se trata de tomar las riendas de un negocio que funciona a toda máquina; es un trabajo de reparación que significa estar pendiente del motor en todo momento», concluyó.
La polémica quedó servida sobre todo por el uso de un avión privado solo para ir a la oficina.
Se estima que cada hora que un avión privado pasa en el aire puede emitir hasta dos toneladas de dióxido de carbono.
“Está bien. ¡Muy conveniente para el mejor talento de la empresa! Pero esperemos no ver más avisos sobre ‘sostenibilidad’ y ‘medio ambiente’ de Starbucks”, escribió un usuario en la red social X.
“El nuevo jefe de Starbucks se va a desplazar cerca de 1.600 kilómetros a Seattle en un avión privado solo para ir a la oficina. Así que no sean tan duros cuando la mesera les den un pitillo de plástico cuando ustedes no lo querían”, escribió otro.
Trabajo híbrido
El tema de dónde la gente debe trabajar ha sido un debate en los últimos años, con las compañías luchando contra o a favor de que el trabajo de forma remota que se extendió durante la pandemia del coronavirus continúe.
Algunos sectores, como la banca, señalaron que esperaban que sus empleados retornaran a la oficina de forma completa, mientras que otros, como las empresas tecnológicas, permiten el trabajo remoto de forma indefinida.
Muchas empresas han optado por el trabajo híbrido, una mezcla de ambas opciones.
El debate también se centra en el pago que va a recibir Niccol por su nuevo trabajo.
«¿Cómo es que nunca hablamos del sueldo de los directores ejecutivos cuando hablamos de precios que suben?» escribió el exsecretario de Trabajo de Estados Unidos, Robert Reich, en su cuenta de X.
Según los términos de su oferta, el salario base anual de Niccol será de US$1,6 millones.
Además de eso, podría obtener una bonificación relacionada con el desempeño de hasta US$7,2 millones y hasta US$23 millones al año en acciones de Starbucks.
Un informe publicado por las Naciones Unidas en 2021 mostró que el 1% de las personas más ricas del mundo producía el doble de las emisiones de carbono que el 50% más pobre.
Starbucks anunció este mes que Niccol reemplazaría a Laxman Narasimhan como su director ejecutivo.
El anuncio se produjo mientras la cadena de cafeterías busca impulsar las ventas, que han venido decreciendo en los últimos años.
Niccol lideró la cadena de comida rápida Chipotle desde 2018, sobre todo ayudando a recuperarse de una fuerte crisis tras un escándalo por intoxicación alimentaria.
Durante su mandato, las ventas de la empresa se duplicaron y sus acciones pasaron de valer de menos de US$7 dólares cada una a más de US$50.
Chipotle también abrió casi 1.000 nuevas tiendas, sumado a la introducción de nuevas tecnologías para automatizar la preparación de alimentos.
Este crecimiento se vio como un punto positivo en la industria de las cadenas de restaurantes, donde muchas corporaciones han señalado la reducción en venta porque los clientes están recortando gastos.