“Con tó y tó” es una de las expresiones más empleadas en el español popular dominicano, y la alusión a tan simpático y sonoro giro produjo muchas interpretaciones y carcajadas en una de las recientes emisiones del programa radial “El mismo golpe de Jochy Santos”, que suele dedicar un espacio para comentar manifestaciones de nuestro idioma.
Naturalmente, los participantes en el hilarante espacio vespertino, que lidera el popular comunicador por Zol 106.5, no analizaron la expresión desde el punto de vista de la semántica académica ni de la lingüística, pero realmente fue muy interesante escuchar las opiniones expresadas por oyentes y tertuliantes sobre estas palabras del español criollo en medio de atronadoras risotadas.
Recuerdo que uno de los participantes dijo que le parece que “con tó y tó”, se refiere a lo bueno de lo malo, y tiene razones para pensar así.
Posteriormente en una reciente reunión informal que compartimos con escritores y escritoras, seducidos por las peculiaridades de nuestra lengua, concluimos que la expresión puede sustituir al adverbio aunque y expresiones como: “Pese a…” y “a pesar de…”. Pongamos, pues, un ejemplo: “Con tó y tó, gozamos mucho en la fiesta”. El “con tó y tó” deja implícito que hubo problemas, antes del festejo o mientras se realizaba, lo cual no impidió el disfrute.
El ejemplo señalado equivale a decir en español estándar: “A pesar de todo, gozamos mucho en la fiesta”. O: “Pese a todo, gozamos mucho en la fiesta”. Debido a que tendemos a hacer contracciones de palabras en la oralidad, en el español dominicano mucha gente suele decir desmañadamente “con tó y tó, gozamos en la fiesta” o “con tó y tó, gozamo en la fieta”.
Escuchar el debate que se generó en el programa radial me motivó a indagar si en el Diccionario del Español Dominicano, publicado acertadamente el pasado año por la Academia Dominicana de la Lengua, está registrado el giro mencionado o al menos “tó”, monosílabo, con acento o sin acento, en que hemos convertido la palabra todo.
El publicitado “entren tó, coño”, de Ramón Alburquerque es, sin dudas, un imborrable del anecdotario político, y por supuesto llegó a mi memoria.
No. “Tó” no figura en este diccionario, pero sí “todo, da” y a esta locución se le dedica un amplio espacio. Aparecen muchos ejemplos que citaremos: Todo el mundazo, todo el vivo, a todo lo que da, con todos los hierros, con todos los powers, full de todo, hablando de todo como los locos, y con todo y todo, etc.
Respecto al uso de “con todo y todo”, en el diccionario se cita la premiada tetralogía “Tiempo para héroes”, del reconocido novelista dominicano Manuel Salvador Gautier, que la utiliza en el siguiente párrafo: “Veo que con todo y todo, le preocupa el asunto -insistió Sotero, a quien no se le escapó el cambio de tono en el otro”.
No obstante, faltó en el diccionario consignar la expresión “tó”, que refleja esa manera que tenemos los dominicanos de acortar las palabras, oraciones y frases, pues no es lo mismo decir, con todos los “powers”, que con tó lo “powers”, ni connota lo mismo decir con tó, que con todo.
En días pasados, un destacado académico y estudioso de la lengua preguntó mi apreciación sobre el español dominicano y le respondí que es sumamente rico, ya que refleja la impronta de diversas culturas que nos han marcado a lo largo de la historia.
Podemos encontrar en la lengua criolla las huellas del español peninsular, indigenismos, africanismos, arcaísmos, neologismos y extranjerismos. El resultado es un idioma vivaz, lleno de tonalidades y de sonoridad, con características propias y amplio registro.
Además, el español dominicano contiene una extensa variedad semántica, que cambia según el contexto, lo cual es a mi juicio un gran atributo que contribuye a que nuestra literatura sea policromática y profunda.
Y aunque puede darnos la impresión de que a un extranjero le resultaría muy difícil entendernos, “con tó y tó”, terminamos transmitiendo lo que queremos decirle.