Salt Lake City será nuevamente sede de los Juegos Olímpicos luego de que el COI adjudicó formalmente los Juegos de Invierno de 2034 a la candidatura de Estados Unidos el miércoles, luego de una decisión de los funcionarios olímpicos que quieren cerrar una investigación federal estadounidense sobre presunto dopaje por parte de nadadores chinos.
La capital de Utah fue la única candidata después de que el Comité Olímpico Internacional le dio a Salt Lake City derechos de negociación exclusivos el año pasado en el proceso que se aceleró para 2034.
El equipo de campaña que presentó la candidatura en el escenario a los miembros del COI incluyó al gobernador de Utah, Spencer Cox, a la alcaldesa de Salt Lake City, Erin Mendenhall, y a la gran esquiadora alpina Lindsey Vonn. De regreso a casa, a las 3 de la mañana, se reunió un grupo de espectadores para ver una transmisión desde París.
Antes de la votación, Cox aceptó las promesas que le habían pedido los líderes del COI. Los funcionarios olímpicos insertaron una cláusula en el contrato de la ciudad anfitriona que decía que los funcionarios locales debían trabajar con los presidentes y miembros del Congreso de Estados Unidos actuales y futuros “para aliviar sus preocupaciones” sobre las investigaciones federales sobre dopaje.
El COI recibió promesas de los funcionarios olímpicos estadounidenses y del contingente de Utah de aceptar una nueva cláusula que permite al organismo olímpico rescindir el acuerdo con Salt Lake City si se socava la autoridad de la AMA.
Fue una medida sin precedentes del COI que pareció enviar un mensaje al FBI de que debería alejarse del caso de los nadadores chinos. El caso puede investigarse en Estados Unidos en virtud de una legislación federal que lleva el nombre de un denunciante de dopaje del Estado ruso en los Juegos de Invierno de Sochi de 2014.
“Trabajaremos con nuestros miembros del Congreso”, dijo el gobernador Cox antes de la votación de 2034, “utilizaremos todos los recursos de poder a nuestro alcance para resolver estas preocupaciones”.
La aprobación final de Salt Lake City llegó en una votación de 83 a 6 por parte de los miembros del COI que restablece los Juegos de Invierno 32 años después de su primera celebración en 2002. Una estricta seguridad rodeó esas Olimpiadas, el mayor evento deportivo internacional organizado por Estados Unidos después de los ataques del 11 de septiembre cinco meses antes.
Los Juegos de Invierno de Salt Lake City de 2002 forman parte de la historia olímpica por el escándalo de sobornos que surgió en 1998, cuando miembros del COI solicitaron y obtuvieron favores de funcionarios de campaña. Esto condujo a reformas radicales contra la corrupción en el COI.
Para su segunda edición, Salt Lake City tendrá casi 10 años completos para prepararse —el período previo más largo para unos Juegos de Invierno modernos— en medio de preocupaciones a largo plazo sobre el cambio climático que afecta a los deportes de nieve y reduce el grupo de posibles anfitriones.
Salt Lake City optó por fijar como fecha el año 2034 y así evitó posibles conflictos comerciales y logísticos con los Juegos de Verano de 2028 que se celebrarán en Los Ángeles.
En una decisión separada tomada anteriormente en París, los Juegos de Invierno de 2030 fueron otorgados , con condiciones, a Francia para un proyecto regional dividido entre estaciones de esquí en los Alpes y la ciudad de Niza, en la Riviera francesa.
Ese proyecto necesita la aprobación oficial del gobierno nacional que se está formando y del primer ministro que aún no ha sido confirmado , tras las recientes elecciones convocadas por el presidente Emmanuel Macron. El miércoles ayudó a presentar la candidatura de 2030 a los miembros del COI.