El Día 
Habla lleno de razón el presidente Luis Abinader cuando proclama que República Dominicana no se puede cansar de reclamar a la comunidad internacional que salga en auxilio de Haití.
La persistencia del Gobierno dominicano en hacer este reclamo en los diferentes foros ha sido esencial para que todavía Haití esté en la agenda internacional.
República Dominicana no se puede cansar, pero tampoco se puede doblegar ante los extremos: los que quisieran que este país cargara con el problema haitiano y los que pretenden desconocer cualquier aporte de la migración y economía haitiana a la nuestra.
Tan cierto es que República Dominicana ha sido un soporte económico, sanitario y social para Haití, como que Haití y los inmigrantes haitianos hacen grandes aportes al producto interno bruto dominicano.
El presidente Abinader ha demostrado tener claro esas variables, de su reiterados reclamos a la comunidad internacional para que brinde atenciones a Haití, mientras que se muestra prudente en las tomas de decisiones internas que pudieran contribuir al agravamiento de la situación del empobrecido vecino.
El clamor permanente del mandatario y de la Cancillería dominicana ha mantenido vivo el tema haitiano frente a la ONU, la OEA, la Unión Europa, Caricom, Celac, Estados Unidos, Canadá, Francia y todo el que tiene la responsabilidad de salir en auxilio de Haití.
República Dominicana lo debe seguir haciendo porque las mejoras de las condiciones sociales de Haití fortalecen a un importante socio comercial.
