Santo Domingo.- A varios días de la muerte de la esposa de Diego El Cigala, es poco lo que en República Dominicana se publica, país donde la familia vive y donde llegaron con toda su familia hace dos años.

Todo por la intimidad con que ellos han querido llevar el fallecimiento de Amparo Fernández, quien fuera la esposa y mánager del cantante español.

Ayer EL DÍA obtuvo información al contactar al periodista y abogado Marcelino Ozuna, quien en el país se ha convertido en uno de los más cercanos colaboradores del intérprete de flamenco.

Validó la información de que Fernández, quien conoció al artista hace más de dos décadas, fue incinerada, un deseo de ella que fue cumplido por sus familiares.

Pero también reveló que aunque no hay palabras para explicar la profunda tristeza de El Cigala en estos momentos, el artista continuará con su gira internacional y los conciertos pautados para los próximos meses se harán como estaba estipulado.

El alma de El Cigala

“Se ha ido el alma de Cigala Music, que era Amparo, pero como ella misma quería todo tiene que continuar, y es lo que Diego hace en estos momentos”, dijo Ozuna.

Explicó que no se han dado muchos detalles de cómo ha ocurrido todo luego de la muerte de la española, porque la familia ha querido que todo sea con recogimiento, discreto e íntimo, como deben hacerse las cosas en estos casos.

El Cigala retomará los escenarios en Colombia, donde hará conciertos, para luego seguir a Ecuador, Europa y Japón.

El cantautor sigue promocionando el concierto de su última producción, aunque ahora ha incluido algunas cosas nuevas, como es un concierto a piano y voz.

El artista dura en el país diez días y cinco meses viajando. “El Cigala tiene más de 140 exposiciones en escenarios internacionales, él es un artista que no para, por lo que su mujer quería siempre que todo siga marchando igual”, agregó el periodista.

Se llevaban bien
Ayer el periódico español ABC hablaba de lo bien que el artista y su mujer se llevaban, tanto así que en algunas oportunidades él llegó a decir que sin ella no sabía cómo manejarse.
Ayer la publicación recordaba: “Cuando se conocieron, ella era totalmente ajena al negocio de la música. ‘Pero aprendió muy rápido -sigue la fuente-; como mánager lo hizo francamente bien. Es cierto que se granjeó muchas antipatías, pero era por su firmeza y su empeño en que Diego siempre tuviera las mejores condiciones. Era lo único que le preocupaba. Ella buscó a Andrés Calamaro, propició su relación conFernando Trueba -productor de “Lágrimas negras”, el disco que El Cigala grabó junto a Bebo Valdés, y que le otorgó éxito.