Miguel Enríquez (cuarto desde la derecha) en el entierro de Nilton da Silva, un brasileño asesinado en Chile en 1973
«Esta canción la hice el 5 de octubre del año 1974, 20 o 30 minutos después de haber muerto en combate Miguel Enríquez», contó en un recital Pablo Milanés antes de entonar «Yo pisaré las calles nuevamente».
«Es la única que tardé 10 minutos en componer», contó en otro evento tiempo antes.
El concierto, en el estadio Víctor Jara de Santiago de Chile, era un homenaje por los 30 años de la muerte del militante del MIR (Movimiento de Izquierda Revolucionaria), uno de los grupos armados que se alzó contra el gobierno militar de Augusto Pinochet (1973-1990).
Milanés, quien murió en la madrugada de este martes a los 79 años, siguió aquel octubre de 2004 hablando de todos los muertos del régimen de Pinochet y de su «simpatía» con el movimiento mirista, uno de los más golpeados por la represión que siguió el golpe de Estado que derrocó a presidente socialista Salvador Allende.
Luego, el cantautor cubano rasgó su guitarra y comenzó a cantar:
«Yo pisaré las calles nuevamente de lo que fue Santiago ensangrentada, y en una hermosa plaza liberada me detendré a llorar por los ausentes…»
¿Pero quién fue Miguel Enríquez y cómo murió ese 5 de octubre de 1974?
Años de militancia
Miguel Enríquez nació en Talcahuano, en el sur de Chile, el 27 de marzo de 1944.
Era hijo de Edgardo Enríquez, quien fue rector de la Universidad de Concepción y luego ministro de Educación en el gobierno de Allende, y de Raquel Espinosa, egresada de la Escuela de Leyes de la misma cada de estudios.
En su colegio secundario, el liceo Enrique Molina Garmendia, conoció a muchos de los jóvenes que integarían con él el MIR, como Marcello Ferrada de Noli y Bautista van Schouwen. A otros, como Sergio Pérez Molina, los conocería en la Universidad de Concepción, donde se graduó como médico en 1968.
En ese año contrajo matrimonio con su primera mujer, Alejandra Pizarro, y un año después nació la hija de ambos, Javiera Alejandra Enríquez Pizarro.
Son durante los años de estudio que Enríquez y muchos de sus compañeros se suman a distintos movimientos de izquierda como la Federación Juvenil Socialista (FJS), el Movimiento Socialista Revolucionario (MSR) y la Vanguardia Marxista Revolucionaria (VMR).
El MIR se fundó en agostó de 1965 con diversas facciones, muchas de las cuales estaban inspiradas por la Revolución Cubana de 1959, que promovían la lucha armada y que se enfrentarían a la izquierda más tradicional del país, representada por el Partido Socialista.
El escritor Ignacio Vidaurrázaga, autor del libro «El MIR de Miguel. Crónicas de Memoria», describe de la siguiente forma a Miguel Enríquez: «Reunía atractivos y carisma, además de humor e irreverencia. Irónico y parlanchín. Estudioso y tenaz. Enamorado sin freno. Y capaz de discurrir horas, encendiendo nuevos cigarrillos».
En su libro, Vidaurrázaga comenta que el 11 de septiembre de 1973, día del golpe de Estado contra Salvador Allende, el MIR le hizo llegar al presidente, a través de su hija Beatriz, la oferta de rescatarlo del Palacio de la Moneda.
La respuesta del mandatario fue que permanecería en la sede de gobierno, a lo que habría añadido un mensaje directo para Miguel Enríquez: «Dile que ahora es su turno».
Golpe y muerte
En un entrevista con el periodista cubano Rogelio Nogueira en La Habana, Beatriz Allende recordó al militante del MIR desde que se conocieron en las épocas universitarias:
«En esa época ya se destacaba en varios aspectos. Desde luego era un buen estudiante de Medicina, aunque yo diría que no era un estudiante típico. Estudiaba las materias que quería, las que a él le interesaban, sobre todo Neurología; sin embargo, sus estudios más frecuentes eran de otro tipo: libros de Historia, libros de Economía, libros de Marxismo, y ya libros y literatura de carácter militar«.
Según esa entrevista, Allende comenzó a preocuparse por los militantes del MIR cuando el movimiento pasó a la clandestinidad durante la presidencia del gobierno democrático de Eduardo Frei Montalva (1964-1970).
Luego varios cuadros del MIR fueron parte de la seguridad personal de Allende desde el inicio de su gobierno en noviembre de 1970, aunque no siempre coincidían los jóvenes del MIR con el gobierno de la Unidad Popular (UP).
«Era una relación especial, de afecto, de consideración; es justo decir que muchas veces discrepaban, sin embargo había un diálogo importante de caracter político que se mantuvo -a pesar de sus diferencias- durante los tres años del gobierno», contó Beatriz Allende.
Tras el golpe de Estado, Enríquez y otros compañeros del MIR deciden quedarse en el país para organizar la resistencia contra Pinochet.
Sin embargo, ese 5 de octubre de 1974 tres agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) lo matan en la comuna de San Miguel, en la capital de Chile.
Su nueva mujer, Carmen Castillo, quien estaba embarazada, es herida en el ataque pero sobrevive. El hijo de ambos, Miguel Ángel Castillo, nacerá en Oxford, Inglaterra.
En junio de 1973, había nacido el hijo que tuvo Manuela Gumucio, Marco Enríquez Ominami, ME-O, que fue candidato a presidente de Chile en 2009 y fundador del Grupo Puebla, un foro político y académico integrado por representantes de la izquierda política latinoamericana.
En «Yo pisaré las calles nuevamente», Milanés denuncia al golpe de Estado de Chile de 1973. El músico no pisó Chile por 26 años, hasta que en 1998 el general Augusto Pinochet dejó su puesto como jefe del Ejército, ocho años despúes del regreso a la democracia.