El chat como gestor de conflictos

El chat como gestor de conflictos

El chat como gestor de conflictos

Generalmente en donde existe una junta de personas, se forma lo que actualmente se llama grupo de whatsapp, o mejor dicho el chat, el cual tiene como objetivo mantener enterado e informado al grupo sobre temas relacionados a la familia, amistades, trabajo, temas educativos, etc.

Otro objetivo del chat es compartir, socializar y estrechar lazos. Sin embargo, en ocasiones ocurre todo lo contrario. Aumenta la euforia entre sus integrantes.

Generalmente estos grupos humanos empiezan a expresar sus inquietudes, envían mensajes y saludan a sus relacionados. Todo a hasta ahora luce muy lindo y excelente, el intento de “comunicarse”.

Pero, en estos grupos surgen muchas situaciones (conflictos), he conocido enemistades creadas por esa vía. Alejamiento de familiares, ya que emiten mensaje subido de tono o palabras muy descompuestas.

Ningún grupo esta exento. Hasta en los grupos creados para intercambiar información y material educativo en entidades de educación superior, entre estudiantes y docentes; ocurren discrepancias, pero de muy alto nivel.

Cuando esto sucede, usted puede darse cuenta, cuando sale la frase equis “número salió del grupo”, aunque también puede suceder que por error esa persona saliera, con sus excepciones. En fin, existen disgustos.

Mi experiencia ha sido diversa, por ejemplo de varios grupos a los que pertenezco, noto siempre respeto y armonía en lo que se publica y comenta; mientras que otros, existen inmersas discrepancias y disgustos.

Estoy suscrito en chats universitario, religioso, académico, social, comunitario y político; es decir, en donde está presente la diversidad de credos políticos, conocimientos y hasta Jesucristo.

En el religioso Jesús de Nazaret lleva la de ganar, todo lo comentarios, mensajes y saludos se refieren a él como el salvador, el pacificador, el omnipotente y el sanador. Las oraciones y peticiones están por doquier, el es el centro de cada integrante. Qué bello es compartir a Jesús entre todos.

En el de la sociedad civil, están reflejados los saludos y felicitaciones de cumpleaños. El logro de licenciarse en una profesión, el que adquirió una mejora o casa. Aquel que fue y le cedieron la visa y luego que viajo y compartió con otros colegas y familiares. El entusiasmo se difunde en el grupo. Además, la solidaridad, esta permanente presente en tiempo difícil entre sus miembros.

Se comparte las demandas sociales, ruedas de prensa, entrevistas en los medios, caminatas y piquetes en las instituciones del gobierno.

Pero las diferencias o contradicciones son evidentes. En los chats académicos y gremial; los conflictos salen a la palestra. Existe enfrentamiento como si fuese de persona a persona. Los insultos no paran. Aparecen pacificadores (mediadores) y consejeros, que les advierten que este grupo no es para tratar asuntos personales. De todas maneras, aun con esas advertencias, continúan. La salida del conflicto, es eliminarlo del chat y punto.

El chat es un acceso a la comunicación, pero a la vez, un distanciamiento entre las personas. Lamentablemente, la tecnología tiene efectos en vez de positivo, negativo en la gente. Pero por eso, no debemos descontinuar su uso.

De todas maneras, el chat es una vía viable para solucionar conflictos, siempre y cuando reine la madurez y sensatez dentro de sus integrantes. Decir además, que el conflicto es dinámico como la persona.

Aunque las redes sociales no pueden estar por encima de la comunicación humana. La humana es la esencia de la civilización.



Alexis Rafael Peña Céspedes

Periodista, abogado y mediador certificado.

Noticias Relacionadas