Muchas de las casas dentro del centro histórico han sido adaptadas para nuevos usos, antiguas moradas de familias tradicionales han rejuvenecido, convirtiéndose en sede de diferentes establecimientos, muchos de ellos de índole cultural.
Tal es el caso de la casona que ocupa el Centro de la Imagen, en la esquina formada por las calles Arzobispo Meriño y Arzobispo Portes.
Hoy en día es un magnifico inmueble, restaurado y adecuado, para contener todo lo referente al conglomerado que constituye esa importante institución.
Entre sus venerables paredes, reconocidos artistas del lente imparten cursos, mientras en las salas de exposiciones, se exhiben las extraordinarias fotografías que ha captado su talento y ojo artístico.
Los espacios están dedicados, también, a oficinas administrativas, reuniones profesionales o informales, entre los artistas del lente. Este es el hogar de cualquier manifestación fotográfica dentro de la Ciudad Colonial, aunque durante el evento titulado “Salón Bienal de Fotografía y Video”.
Las exposiciones se extienden por todas las salas de arte de la antigua ciudad.
Este inmueble, originario del siglo VII, fue cedido en usufructo al Centro de la Imagen, por una de las familias más notables del país.
Tres bloques
En la actualidad el inmueble está constituido por tres bloques distintos, en altura y anchura, unidos entre sí por escalinatas.
Uno de los tres bloques tiene sólo una cubierta parcial, de forma que existe un espacio al aire libre, como lugar de esparcimiento; ambientado como sitio de reuniones informales nocturnas y dotado de todos los servicios que exigen su uso.
Actualmente, después de la puesta en valor de la edificación, los interiores cuentan con plafones de madera y sistemas de iluminación dirigida para los espacios dedicados a exposiciones temporales.
Ambientes principales
El notable artista visual, doctor Timo Pimentel, diseñó los mosaicos del pavimento para los ambientes principales del inmueble, manteniendo la unidad con los otros elementos arquitectónicos, cabe destacar el vano enmarcado con un arco rebajado, entre solidos muros de ladrillo, pertenecientes a la construcción original de la casa, en donde existe un desnivel con escalones revestidos también de cerámica, con diseños del mismo artista.
Algunas de las estancias, están adecuadas para aprovechar al máximo las funciones, así durante las horas del día, son aprovechadas para una determinada actividad y durante la noche, sirven de sede para eventos de gran público, como son presentaciones de obras de artistas del lente.
La casa al exterior forma grandes bloques cubiertos por un solo tono de pintura ocre.
El azul complementa el esquema pictórico, aplicado exclusivamente a los grandes vanos que constituyen los ventanales, protegidos por rejas austeras, al estilo español andaluz, en la primera planta y dotados de un balcón corrido, al estilo francés, en la segunda planta. Así como al portal, localizado en el lateral de la edificación.
Un modelo único
Esta vieja casa colonial, ahora ha pasado a ser un modelo único, dentro de la vieja ciudad, al integra una estructura contemporánea al conjunto del inmueble, creando visualmente una edificación que conserva su antigua cubierta protectora en el frente, un espacio abierto de transición y una construcción acristalada contemporánea, adecuada para las funciones de este nuevo milenio.
Sus espacios
— Animación cultural
El Centro de la Imagen también se ha convertido en un lugar de animación cultural diario y nocturno, contando en su vecindad con el Monasterio de San Francisco y la iglesia de Santa Bárbara.