La Junta Central Electoral se ha convertido en una institución centenaria, periodo en el que le ha tocado jugar un rol estelar en el fortalecimiento de la democracia.
En esos 100 años como institución, hasta en tiempo de las dictaduras, de guerras fratricidas, de inestabilidad social y de democracia ha cumplido el rol que le ha marcado la historia.
Tanta ha sido su madurez que en los últimos años fue modelo para otros órganos electorales del hemisferio y hasta logró afrontar sin trastornos a la democracia la suspensión de unas elecciones por problemas tecnológicos y la posposición de otro proceso por la pandemia.
La Junta Central Electoral desde su fundación ha tenido altas y bajas, pero ha estado ahí como institución acompañando el desarrollo de la democracia.
Esa institución ha jugado un rol importante en la estabilidad del sistema de partidos, en la evolución positiva del régimen democrático.
Le corresponde al actual pleno encabezar los actos del centenario de la Junta Central Electoral, pero son sólo representantes de una gran cantidad de buenos dominicanos que han asumido con hidalguía la responsabilidad que se ha puesto sobre sus hombros.
Pero desde hace varias décadas, la Junta Central Electoral también ha sido la guardiana de la nacionalidad, porque tiene bajo su responsabilidad la administración del Registro del Estado Civil.
La modernización del registro civil ha sido innegable y recién estrenan una nueva ley que les permitirá seguir mejorando.
Vayan nuestras felicitaciones a los miembros del pleno de la Junta Central Electoral y a través de ellos lo hacemos extensivo a todos sus colaboradores.