El Caribe convulso

El Caribe convulso

El Caribe convulso

German Marte

Impulsados por fuerzas más potentes que las de los huracanes Mathew, Irma, María y David, los pueblos de Haití, República Dominicana y Puerto Rico se han levantado al unísono contra un mal común: la corrupción.

En Haití, grupos diversos se han lanzado a las calles a protestar contra el gobierno del presidente Jovenel Moise y a exigir que rinda cuentas sobre el destino de más de dos mil millones de dólares recibidos a través del programa PetroCaribe.

Como consecuencia, el primer ministro designado, Jean-Michel Lapin, presentó ayer su dimisión, después de no haber conseguido formar un Gobierno más de tres meses después de su nombramiento.

Lapin fue designado el 21 de marzo pasado, después que los diputados destituyeran a Jean Henry Ceant, tras aprobar una moción de censura en su contra por la falta de respuesta al agravamiento de la crisis económica que azota al país más pobre de la región.

Los haitianos están que no comen cuentos y exigen que el gobierno les rinda cuentas.

Mientras tanto en Puerto Rico, una verdadera marea humana recorría las calles reclamando la renuncia inmediata del gobernador Ricardo Rosselló.

El periódico elnuevodia.com dice en su editorial de ayer que “nunca antes en la historia de nuestra isla se había registrado una manifestación de tan enorme significado aquí y afuera del país”.

Y esto es cierto.

La revelación del contenido de un chat entre el gobernador y allegados fue la gota que rebosó la copa. La verdad es que los puertorriqueños están hartos de corrupción, desempleo y una crisis económica acrecentada tras el paso de los huracanes Irma y María, que desnudó la incapacidad del gobernante.

La gran protesta de ayer, como las anteriores, tuvo una exigencia política específica: la renuncia del gobernador Roselló.

Artistas de renombre como Ricky Martin, Residente, Olga Tañón, Kany García y otros están al frente de este reclamo popular.

A pesar de que el gobernante anunció el domingo que dejará la presidencia del partido y que desistiría de cualquier intento reeleccionista, no logró calmar los ánimos.

La demanda es una sola: Rosselló debe irse.

A su vez, los dominicanos han vuelto a las calles contra la corrupción, la impunidad y ahora también contra las pretensiones de Danilo Medina de modificar la Constitución para poder repostularse y garantizar un mayor nivel de impunidad.

La demostración del pasado domingo fue contundente: los dominicanos exigen castigo para los corruptos, cese de la impunidad y rechazo a otra reforma constitucional para favorecer a Danilo. Pero tampoco quieren a Leonel Fernández.

Definitivamente, los pueblos del Caribe no están dispuestos a seguir subyugados por gobiernos corruptos e incapaces. Haití, Puerto Rico y República Dominicana están en marcha, demandando un futuro mejor.



German Marte

Editor www.eldia.com.do

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