En la regularización del tránsito de los vehículos en calles y avenidas del país intervienen la Dirección de Tránsito y Movilidad Urbana del Ayuntamiento del Distrito Nacional, la Autoridad Metropolitana del Transporte (Amet), la Oficina para el Reordenamiento del Transporte, el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones, así como algunos agentes de la Policía Nacional que se mantienen en servicio.
En tanto que el caos que se forma en las horas pico es de todos. Especialmente cuando al tránsito normal de los vehículos, en las llamadas horas pico, se suman los vehículos tanto públicos como privados que transportan a los estudiantes durante el inicio y todo el curso del año escolar.
El problema del entaponamiento del tránsito se mantiene, independientemente de todos los túneles, elevados, pasos a desnivel y los servicios del Metro de Santo Domingo. Hay muchos estudios en curso para resolver esta situación. Muchas medidas no tienen una lógica adecuada, de acuerdo a la cultura y circuitos de circulación que imperan.
El parque vehicular del país aumenta cada día, lo que se traduce en un mayor consumo y aumento de la contaminación del medio ambiente.
Ahí están dos de las razones fundamentales para seguir insistiendo en hallar una solución eficaz, ya que en la medida que dicha solución se tarde el país paga la demora con miles de millones de pesos, que se gastan en adquirir repuestos, neumáticos, lubricantes y combustibles.
Una solución a la vista está en estudiar con detenimiento un proyecto de maximización vial presentado por una empresa extranjera, que dedicó tiempo para ver en dónde se producen los mayores problemas del tránsito y planteó soluciones que pueden ser efectivas.
Esperemos que contribuya a la solución vial tantas veces retrasada.
