SANTO DOMINGO.-El cáncer y las cardiopatías comparten factores de riesgo similares, como la obesidad, el tabaquismo y la inactividad física, componentes que se convierten en grandes aliados y se suman al potencial cardiotóxico derivado de las terapias antineoplásicas, como la quimioterapia y radioterapia.
César Herrera, director del Cedimat Cardiovascular, y Amparo Taveras, cardióloga del centro, coinciden en que se requiere de una alianza cardio-oncológica para tratar con eficacia estos pacientes. Señalan que la sobrevida de los pacientes con cáncer está aumentando gracias a su detección temprana y, de manera importante, también debido a las mejoras en las terapias.
Las quimio y radioterapia son de alta efectividad en el tratamiento del cáncer, pero por lo general los pacientes desconocen que los tratamientos contra la enfermedad no solo deben preocupar por la pérdida del cabello.
“No debemos ignorar la amenaza de un enemigo mucho más poderoso: La cardiotoxicidad, el daño al músculo del corazón, que como resultado induce una disminución de su capacidad para bombear la sangre a través del cuerpo que, de hacerse severa, podría llevar a insuficiencia cardíaca permanente”, asegura Herrera.
En el país, según estadísticas del Ministerio de Salud que incluyen diagnóstico de registros hospitalarios de centros de oncología, en el año 2013 se diagnosticaron un total de 3, 461 nuevos casos, el 59 % de ellos mujeres menores de 50 años, siendo el cáncer de mama el tumor más frecuente.
La realidad
Dijeron que según hallazgos iniciales de ONCOCA-RD, el primer registro de cardio-oncología en República Dominicana iniciado en el Centro Cardiovascular Cedimat desde septiembre de 2016, la prevalencia de los factores de riesgo cardiovascular en la población oncológica fue del 65 %, siendo la hipertensión arterial el más común, le sigue la obesidad y tabaquismo, ambos de alto impacto, 66 % de esta población comparte tres o más factores de riesgo siendo el sexo femenino el más afectado. Sin embargo, un 15% de los pacientes en este registro reciben seguimiento cardiovascular a pesar de que la cifra de cardiotoxicidad fue de 26% similar a la de otros países.
Para mantener el control de los pacientes
—1— Recomendación
Se recomienda un ecocardiograma con la técnica de Strain y la cooperación entre oncólogo y cardiólogo en el abordaje al paciente, pasos facilitados por la integración de un Servicio de cardio-oncología.
Debe tenerse en cuenta que la modificación de los factores de riesgo cardiovasculares más comunes constituyen una estrategia poderosa para la prevención, tanto del cáncer como de las enfermedades del corazón, ya que ambas comparten similitud de características que predisponen a su desarrollo.
Es importante identificar los factores riesgo
Los protocolos internacionales recomiendan que todo paciente que vaya a ser sometido a tratamiento antineoplásico se realice una evaluación cardiovascular con determinación de la función del corazón e identificación de factores de riesgo cardiovasculares previo al inicio de la terapia con el fin de definir el seguimiento y la necesidad de intervención desde el punto de vista cardiaco.
La afección se ha convertido en la primera causa de muerte en dichos pacientes.