Los tumores de cabeza y cuello ocupan alrededor del 5 al 10 por ciento de los tumores del organismo, asegura el doctor Leopoldo Deive Maggiolo, otorrinolaringólogo y otólogo del Centro de Diagnótico, Medicina Avanzada y Telemedicina (Cedimat).
El cáncer de cabeza y cuello son los que se originan en los senos paranasales, nasofaringe, hipofaringe, laringe, en la cavidad oral, las glándulas salivares y los ganglios linfáticos del cuello, tienen un gran impacto en el paciente cuando son diagnosticados.
Esos tumores afectan en su mayoría a los varones con una proporción de cuatro a uno y ocurren en mayores de 40 años.
El coordinador del servicio de otorrinolaringología y cirugía de cabeza y cuello de Cedimat asegura que el lugar de aparición varía de acuerdo a los hábitos y forma de vida de las poblaciones estudiadas, los de cavidad oral son más frecuentes en Francia y en la India, mientras que los de laringe e hipofaringe son los más frecuentes en España y Estados Unidos.
Señaló que una de las características más importantes de este tipo de tumores es que tienen una etiología fundamentalmente ambiental o externa y por lo tanto son prevenibles, es decir que tomando las medidas apropiadas de manera anticipada podemos evitar su aparición.
Factores de riesgo
El tabaquismo es el principal factor de riesgo, el 90% de los tumores en el hombre y el 60% en las mujeres se atribuyen al consumo del tabaco.
El riesgo de cáncer es 15 veces más frecuente en fumadores, en el humo del tabaco existen más de 30 sustancias que son carcinogénas. El riesgo es directamente proporcional a la cantidad de cigarrillos consumida.
En los fumadores de puros y pipas el riesgo de padecer cáncer de cavidad oral, sobre todo labios y lengua, es mayor que en los no fumadores.
Mientras que los fumadores de cigarrillos tienen mayor riesgo de cáncer de laringe y faringe. Colocarse el tabaco en la boca, ya sea debajo de la lengua o en los carrillos se asocia un aumento de cuatro a seis veces de cáncer de lengua y de mucosa de carrillos, hábito muy popular en algunas zonas de México y Estados Unidos.
El segundo agente más importante es el alcohol, pues el riesgo es seis veces mayor en bebedores que en no bebedores, los mecanismos conocidos son déficit nutricional e hipovitaminosis, irritación local, quizás el más importante, así como disminución de la acción protectora de la saliva.
El tipo de bebida también influye los licores oscuros, como el wisky, el ron añejo y el coñac contienen más carcinógenos que los licores ligeros como la vodka, la ginebra o el ron blanco.
La cerveza, que contiene nitrosodimetilamina, se asocia más a cáncer de la cavidad oral.
La asociación alcohol-tabaco incrementa en un 50% comparada con la población que no consume las dos sustancias.
El virus del papiloma humano tiene una especial afiliación con las células del aparato aéreo-digestivo superior, y algunos serotipos, como el 16,18 y 31, son los más asociados con tumores de amígdalas, lengua y esófago cervical.
