El Ministerio de Educación tiene la responsabilidad de que las aulas estén en condiciones para recibir a los alumnos cuando se inicie la tan reclamada presencialidad.

La mayoría de los colegios privados aseguran que están físicamente listos para recibir a los alumnos, pero evidentemente no ocurre lo mismo con una parte importante de los planteles públicos.

EL DÍA pudo comprobar que muchas escuelas públicas están requiriendo rehabilitación física para poder recibir a los alumnos.

Con el correspondiente visto bueno de Salud Pública y aprovechando que se avanza en la campaña de vacunación, han aumentado los reclamos de que se retorne a la presencialidad en los planteles públicos y privados hábiles para recibir estudiantes, siguiendo los protocolos que mandan las autoridades sanitarias.

La estrategia fundamental debe centrarse en tener todo listo para iniciar sin dificultades ni dilaciones el próximo año escolar en la fecha prevista.

La decisión de permitirlo desde ahora no tiene mucho peso académico, sino atender a una necesidad de las familias a los que se le dificulta que uno de los padres se quede en casa cuidando a sus hijos.

También están las presiones de los propietarios de colegios privados que han visto menguar sus ingresos de manera considerable durante este proceso de virtualidad.

Al margen de las interrogantes hay una realidad: miles de aulas no están aptas para recibir alumnos.

El Ministerio de Educación tiene una fuerte responsabilidad.
Que ponga manos a la obra sin dilación.