En busca de pistas para hallar tratamientos para el Parkinson y el Alzheimer, los científicos han puesto los ojos en la taza de café que beben todas las mañanas.
Lo que han descubierto es que la cafeína, la droga más consumida del mundo, no sólo despierta a las personas. Se la ha relacionado con mejoras en la memoria y al parecer protege contra la destrucción de células cerebrales.
Un estudio reveló que las personas que bebían dos o más tazas de café por día tenían un 40 por ciento menos de riesgo de sufrir Parkinson.
La cafeína, que se encuentra naturalmente en más de sesenta plantas, ingresa al cerebro rápidamente una vez que se la consume. Al bloquear el receptor de adenosina, la cafeína despeja el sueño y genera la claridad mental que hace del café una de las bebidas más populares del mundo.