Santo Domingo.-El sólo observar sus impresionantes colores en distintos escenarios y formatos despierta el ánimo al más insensible de los mortales.
Es que las orquídeas que existen en casi todos los ecosistemas del mundo proyectan una sensación de alegría y energía positiva, por simple apreciación.
Estas bellas plantas representan mundialmente unas diez mil especies, desde los trópicos a zonas templadas y en el caso de la isla Española existen unas 350 variedades.
Aquí las hay en diversos lugares, pero las raras como “La Cacatica”, están en Montecristi, en honor al género Oncidium henekiin, conocida popularmente con ese mote; abundan además en los parques Armando Bermúdez, Valle Nuevo, Ébano Verde y otras reservas del país.
A propósito de la exposición anual que celebra el Jardín Botánico Nacional y la Sociedad Dominicana de Orquidiología, que en esta oportunidad será del día 13 al 16 de este mes, Ricardo García, director de este centro, puso de relieve importantes detalles relativos a estas plantas ornamentales.
“Las hay terrestres o hepifíticas, que crecen sobre otras plantas, por eso muchas personas usan troncos para cultivarlas y otras las siembran en jardineras.
La isla Hispaniola tiene 350 especies de las cuales cerca del 50 por ciento son endémicas”, precisó García.
Dijo que muchas están en peligro crítico de extinción por la deforestación y extracción de sus hábitats para su comercialización.
Relación insectos
“Muchas de las orquídeas están asociadas para su propagación con insectos a los cuales se asemejan en su forma, y estos las polinizan confundiendo las hembras, entonces llevan el polen de unas a otras.
De ahí su importancia en el bosque, porque contribuyen al equilibrio del ecosistema”, reveló el botánico, quien especificó que algunas son de crecimiento rápido y otras se toman hasta un año para florecer. Son de las plantas más atractivas para los humanos.