La población debe tener claro que no todo el que usa los medios de comunicación está revestido de la condición de periodista.
Incluso, no toda acción realizada por una persona revestida del título de periodista es necesariamente una actividad periodística.
Para estar claros: un médico que se dedica a sembrar vegetales está ejerciendo de agricultor, no de médico.
Entonces, un periodista que se dedica a hacer propaganda o relaciones públicas está ejerciendo de propagandista o relacionador público, pero no de periodista.
Son actividades lícitas, para lo cual el profesional de la comunicación que ha pasado por una universidad recibe capacitación, pero simplemente no es periodismo.
El pueblo ha calificado como “bocina” al que habla por paga. La “bocina” no tiene opinión propia, sino que toca la música que pone el que paga. Funciona como una “bellonera”.
Esos, por Dios, no están ejerciendo como periodistas. No se confundan. Hay “bocinas” oficialistas y “bocinas” de oposición, aunque los primeros son más abundantes.
Pero tampoco ejercen como periodistas los activistas, que son aquellos que tienen agendas predeterminadas. Por lo general responden a líneas de organizaciones que se hacen llamar “sociedad civil”, que suelen financiarse con ayuda foránea.
Ni las “bocinas” ni los “activistas” ejercen el periodismo.
Los “activistas” a veces actúan por convicción, las “bocinas” siempre lo hacen por paga.
Hacer periodismo es algo muy serio o conlleva un fuerte compromiso, como para permitir que la gente lo confunda con el “bocinazgo” o el “activismo”.