París.-La líder del Frente Nacional, Marine Le Pen tiene grandes retos.

Entre ellos el desafío de conquistar a los votantes centristas que nunca habrían votado a su partido por la retórica racista y antisemita de su fundador, su padre Jean-Marie Le Pen.

Para desintoxicar la imagen de su partido, la hija de 48 años se concentró en temas económicos, como el declive del empleo industrial en Francia, y en la supuesta amenaza a la cultura francesa de la mala integración de los inmigrantes, pero sin menospreciar a los inmigrantes mismos. El año pasado, hizo que echaran a su padre del partido.

Casi todas las encuestas realizadas en los últimos doce meses muestran que Le Pen llegará al balotaje de las elecciones presidenciales del año que viene y luego será derrotada, cuando enfrente a Francois Fillon, candidato conservador.

Buen posicionamiento

Una encuesta de BVA publicada la semana pasada la mostró como ganadora con entre el 30 por ciento y el 33 por ciento de los votos en la primera vuelta, dependiendo de quiénes sean los candidatos de los otros partidos que se presentarán en el proceso electoral de Francia; y con esto supera la franja de 28 por ciento a 29 por ciento que obtuvo en la misma encuesta hace tres meses.