El domingo 11 de diciembre se produjeron dos actividades políticas de la oposición. Una del Partido de la Liberación Dominicana en la que ese partido renovó sus cuadros dirigenciales al nivel nacional, primera vez que ocurría en más de 20 años.

La otra fue una concentración en la Gran Arena del Cibao por parte del expresidente Leonel Fernández. El exmandatario en su último “Observatorio Global” se refirió a ese ejercicio cotidiano de los periódicos que consiste en valorar, en su distribución de espacios, los dos eventos.

El expresidente hizo su propio ejercicio y, por supuesto, entendió que el evento político más importante de ese día era el que él encabezó en Santiago y lanzaba una solapada crítica a quienes entendieron que esa dimensión le correspondía al hecho de que el PLD renovara su dirigencia al nivel de las provincias, municipios, circunscripciones y distritos nacionales.

Aunque el análisis del expresidente Fernández, evidentemente es sesgado, demuestra que no ha abandonado su pasión por la comunicación, pero tampoco su influencia leninista sobre la utilización de los medios.

Subjetividad periodística
El expresidente Fernández trata como un catedrático una de las discusiones que los periodistas prefieren eludir. Se trata al debate filosófico de si un periodista puede ser objetivo, cuando su naturaleza humana es subjetiva.

Por lo regular, cuando a un periodista se le pide ser objetivo, lo que en el fondo se le está reclamando es: “dale el enfoque que a mí me favorece”.