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Cuando el amor ya no basta: cómo sanar tras una ruptura, según la terapeuta Ana Simó

Ana Simó
📷 La doctora Ana Simó.

La terapeuta familiar explica cómo el amor propio, la aceptación y el manejo emocional son claves para superar el desamor, evitando que este transforme la esencia de quienes lo sufren.

Santo Domingo.- ¿Se puede sobrevivir al desamor? Para la reconocida terapeuta familiar Ana Simó, la respuesta es un rotundo sí.

La especialista analizó los distintos tipos de desamor que afectan a las personas, desde el desamor hacia uno mismo hasta el que se experimenta en la pareja, e hizo un llamado a fortalecer el amor propio como base para sanar y evitar que una ruptura termine por destruir la esencia del ser humano.

Simó destacó que uno de los mayores retos al enfrentar una separación afectiva es aceptar la realidad.

“Lo primero que uno debe admitir es ‘no me quieren’ o ‘no me eligieron’, algo que cuesta mucho reconocer porque hiere profundamente el ego y la autoestima”, explicó.

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Tipos de desamor

Para la experta, el desamor se manifiesta en cuatro niveles: el personal, cuando la persona no se acepta a sí misma; el familiar, cuando se vive el rechazo o abandono en el entorno cercano; el social, donde influyen las dinámicas de exclusión o estigmas; y, por supuesto, el desamor en la pareja.

Según Simó, la falta de amor propio es el punto de partida para muchos problemas emocionales.

“Amarse a uno mismo es el principio de todo. Cuando la autoestima está machacada, cualquier desamor externo puede sentirse como un golpe devastador”, aseguró.

En sus consultas, Simó observa que el desamor en pareja es uno de los motivos más comunes de sufrimiento, especialmente cuando se romantiza el amor como una llama eterna que nunca se apaga.

Amo o pasión

Muchos creen que el amor debe ser pasión desbordada para siempre, pero en un amor maduro la pasión se transforma; lo esencial es que haya compromiso, lealtad y respeto”.

La terapeuta enfatizó que el amor por sí solo no basta: “El amor debe ir acompañado de acciones diarias, de elección consciente.

En una relación estable, el compromiso es tan importante como el sentimiento”. Sin embargo, cuando ocurre una infidelidad, la confianza rota puede convertirse en un obstáculo insalvable.

“Aunque haya voluntad de perdonar, muchas personas viven lo que llamo ‘síndrome fantasma’: un recuerdo constante que se activa con detalles mínimos, como una canción o una mirada, y que les impide volver a confiar”.

Simó adviertió que el proceso de perdonar y sanar tras una traición no es rápido.

“Es un camino de un día a la vez, donde muchas veces se dan dos pasos adelante y cinco hacia atrás”, afirmó, aclarando que el perdón no siempre significa dar una nueva oportunidad, pues “perdonar y continuar son dos cosas distintas”.

Para quienes atraviesan un proceso de desamor, la doctora recomienda estar atentos a señales de que el afecto se está apagando, como la falta de interés en pasar tiempo con la pareja, la ausencia de admiración o la molestia constante ante comportamientos que antes resultaban indiferentes.

“No se puede diagnosticar desamor a la primera señal, porque a veces son enojos acumulados que necesitan resolverse”, puntualizó.

La especialista también alertó sobre la manipulación emocional, que puede agravar el sufrimiento en las relaciones.

“El manipulador nunca está satisfecho. Quien es manipulado a menudo no se da cuenta, porque apuesta al amor y se coloca de último en sus prioridades, creyendo que, si aguanta, logrará ser querido más”.

Simó subraya la importancia de aprender a reconocer la manipulación a partir de las señales internas de incomodidad o ansiedad.

En cuanto al tiempo necesario para sanar, la terapeuta considera que cada persona tiene un ritmo diferente, pero establece que un proceso terapéutico podría extenderse entre seis y ocho meses.

No obstante, advierte que en algunos casos se detectan cuadros depresivos subyacentes que deben ser tratados primero.

“Cuando hay depresión, la persona no ve salidas. Es indispensable abordar primero esa tristeza profunda antes de continuar con el trabajo emocional del desamor”, explicó.

Simó no pierde la fe en el amor como fuerza transformadora y pilar de la convivencia humana, aunque reconoce que el mundo actual presenta desafíos.

“Vivimos en una sociedad donde el respeto se ha diluido, donde muchos quieren imponer su verdad y eso fomenta la agresividad. Pero el amor sigue siendo la esencia que nos diferencia como seres humanos desde el vínculo primario con la madre y el padre”.

La experta también cuestionó los estereotipos sociales que generan culpa y perpetúan roles rígidos, especialmente en mujeres.

“Nos venden el modelo de la mujer abnegada que solo vive para dar amor, sin espacio para amarse a sí misma. Es fundamental romper con esos moldes y enseñar a hombres y mujeres que pueden escribir su propia historia sin dejarse atrapar por etiquetas que los desgastan emocionalmente”.

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Edili Arias

Edilí Arias, periodista. Especialista en temas de salud.

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