El agua dulce es el recurso natural más importante para la humanidad, es imprescindible para cualquier actividad social, económico o ambiental. Por tanto, entendemos el agua como un elemento propicio o limitante para cualquier desarrollo social o tecnológico, riqueza o pobreza de una nación, y sabiendo que no es un recurso renovable en todas las circunstancias, es factor de conflicto o paz en el mundo.

Pese a la importancia del agua para la humanidad, la gestión que se ha tenido de dicho recurso natural no ha sido el más eficiente, especialmente en América Latina, lo que ha traído graves consecuencias con perspectiva a complicarse a corto, mediano y largo plazo, de aquí la obligatoriedad de que los Estados empiecen a priorizar la buena gestión del agua, hacer las inversiones necesarios en dicho sector y adecuar las instituciones encargadas de gestionarlo a los nuevos paradigmas de administración e ingeniería.

Crisis mundial del agua:

Según el informe de recursos hídricos de la ONU publicado en marzo del 2020, revela que el uso mundial del agua ha aumentado seis veces en los últimos 100 años y continúa creciendo aproximadamente 1% cada año debido al aumento de la población y los efectos del cambio en los patrones de consumo.

Las consecuencias de la mala gestión del recurso hídrico podemos verla en que, hoy unas 748 millones de personas en todo el mundo carecen de acceso básico al agua, de igual forma, en la actualidad más personas mueren por tomar agua contaminada que por todas las formas de violencia, incluida la guerra.

República Dominicana decidió cambiar el rumbo  

La gestión del recurso hídrico en República Dominicana hasta el 2020 fue muy similar a la región latinoamericana, África y parte de Asia, deficiente e ineficiente, llevando al deterioro de las infraestructuras con las que contábamos, no construyendo las necesarias y manteniendo bajos niveles en la calidad del agua potable, lo que al mismo tiempo elevaba los niveles de enfermedades por causa de aguas contaminadas, especialmente en los más vulnerables (niños y embarazadas).

Contrario a lo que ocurrió por décadas, el gobierno de Luis Abinader ha colocado la gestión del agua como una prioridad para el país, y los resultados se han empezado vislumbrar inmediatamente, aunque falta un largo camino por recorrer. La gestión del INAPA, encabezada por Wellington Arnaud con poco más de RD$2000 millones ha llevado agua potable a más de 950 mil hogares, aparte de eso ha eficientizado la parte comercial, los gastos e inversiones. Otro logro de este gobierno es ir unificando criterios dentro del sector, el cual es coordinado por el director de INAPA, y vemos resultados muy positivos en las CORAA, un ejemplo de ello es CORRASAN.

En cuanto a la perspectiva del sector, esta ha cambiado drásticamente en términos positivos, el gobierno habla de un pacto en el que se invertirían unos US$8000 millones en los próximos 15 años, lo que garantizaría llevar agua potable a cada hogar dominicano.