“El Abusador” y los hipócritas

“El Abusador” y los hipócritas

“El Abusador” y los hipócritas

German Marte

El mismo hombre que días atrás se pavoneaba con aire de perdonavidas por las discotecas de su propiedad, y a quien todavía llaman “El Abusador”, ha pasado a ser en cierto modo víctima de la traición de muchos de sus socios y beneficiados.

El capo a quien todos temían (el sobrenombre no es casual) es ahora quien huye y se esconde temeroso de ser atrapado. ¡Qué gran paradoja!

De la noche a la mañana César Emilio Peralta, alias “César El Abusador” pasó de ser una ficha conocida a un fantasma que “nadie conoce”, incluso sus socios fingen no conocerlo. Le pasó como al Nazareno a quien Pedro negó tres veces antes de que cantara el gallo. ¡Cuántos hipócritas!

El mismo capo que se movía como pez en el agua, con evidente apoyo de las autoridades encargadas de perseguirlo, “desapareció” tras pasar un fin de semana junto a amigos allegados en el hotel más lujoso de Punta Cana, a la vista de todo el mundo.

El periódico El Día ha hecho una serie de trabajos formidables bajo la firma de los periodistas Joan Vargas y Teresa Casado que dejan en evidencia la complicidad de las autoridades con “el narco más peligroso de los últimos 20 años”, quien llevaba una vida pública normal.

“César El Abusador” es un excobrador de guagua que “aglutinó entorno a su banda criminal los remanentes de las estructuras de los más reconocidos narcotraficantes, entre los que se destacan Rolando Florián Féliz, José David Figueroa Agosto, Quirino Ernesto Paulino Castillo, Ramón Antonio del Rosario Puente (Toño Leña), Pascual Cordero Martínez (El Chino) y Manuel Mesa Beltré (El Gringo)” (El Día).

Propietario de las 15 principales discotecas de Santo Domingo, un yate y varios apartamentos de lujo, así como una colección de relojes valorados en más 24 millones de pesos, César “El Abusador” no se caracteriza precisamente por pasar desapercibido. Todo lo contrario, presumía de sus propiedades y se vanagloriaba de ser “rico de veldá”.

Nadie le cree al jefe del DNI cuando afirma que le dan seguimiento al capo desde hace cuatro o cinco años. A menos que fuera por eso que uno de sus ex asistentes terminó siendo el administrador de dos de las discotecas propiedad del capo.

Por más que las autoridades dominicanas presuman de protagonistas en el desmantelamiento de la banda de César “El Abusador”, lo cierto es que el ocaso de su reinado comienza con la “visita de cortesía” del jefe de la DEA, Uttan Dhillon, al presidente de la DNCD el pasado 19 de julio.

Hay quienes aseguran que el atentado contra el expelotero de Grande Ligas David Ortiz, “por un lío de faldas”, fue el detonante. Que todo empezó entre las piernas de una joven hetaira, y es así como todo un imperio (de las drogas) se derrumba, un ídolo del deporte se desacredita como diría un bachatero “por el amor” de una mujer. Y quizá no.

El propio héroe de Boston nacido en Haina duda de la versión oficial y ha contratado su propio investigador.
Lo cierto es que ningún César, por más capo que sea, llega a ser tan abusador, si no cuenta con un fuerte apoyo policial, militar y político.

Lo cierto que a nivel global, hay una hipocresía en cuanto al tema de la droga. Es un negocio transnacional demasiado lucrativo como para eliminarlo así por así.

Según cálculos de Insight Crime, cada semana a nuestro país entran entre 700 kilos y una tonelada de cocaína, es decir 115 toneladas al año, lo cual deja una ganancia superior a los 200 millones de dólares al crimen organizado dominicano.

Tanta plata es más que suficiente para comprar no solo mujeres y discotecas, sino también senadurías, diputaciones y amistades en las más altas esferas políticas, tal vez por eso “nadie” ha visto a César “El Abusador” en los últimos días.



German Marte

Editor www.eldia.com.do

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