Las hernias discales se definen como la salida del material interno de una cavidad a través de las paredes que lo contiene. Se genera un núcleo pulposo o masa que se encuentra entre una vértebra y otra.
El material sale y comprime una raíz nerviosa, produciendo el dolor lumbociático, porque lacera básicamente una de las raíces que va a la formación del nervio ciático.
El 94 por ciento de las hernias discales se producen en la parte lumbar o parte baja de la columna, el 5 por ciento a nivel cervical y sólo un 1 % a nivel torácico: entre las vértebras lumbares y sacras (la parte final de la columna).
Las explicaciones son del neurocirujano Giovanni Ureña, del equipo médico del Cedimat, quien explica que hay factores de riesgo como micro traumas, obesidad, debilidad física y sedentarismo, además de enfermedades hereditarias, como diabetes y enfermedad del colágeno.
El también presidente de la Sociedad Dominicana de Cirugía de Columna asegura que a su consulta llegan con ese problema más profesionales de escritorio que obreros, debido a que la “persona pasa ocho a diez horas sentada en un escritorio probablemente con una mala postura”.
Explica que a esto se agrega que hay personas que no disponen de tiempo para ejercitarse, lo que conlleva a que se debilite la musculatura, favoreciendo que el disco se degenere y se deshidrate.
Aclara que los micro traumas ocurren en la vida cotidiana y puso como ejemplo cuando la persona va en un vehículo que va vibrando, esas pequeñas vibraciones producen micro traumas.
“En ese sentido, no existe una profesión u oficio que haya ligado a las hernias”, dice, y agrega que antes se asociaban los traumas por accidente a las hernias; “pero no es del todo cierto, pues veo con más frecuencia a intelectuales y pacientes de oficina que obreros padeciendo por hernias”.
Ureña, quien fue presidente de la Sociedad Dominicana de Neurología y Neurocirugía, manifiesta que tampoco se tiene certeza de que las hernias son provocadas por los accidentes de tránsito.
Edades
Sobre las edades donde son más frecuentes, indica que donde más aparece es entre los 30 y los 50 años de, y dice que es donde hace su mayor estrago porque es la etapa más productiva del ser humano.
“A los 30 años, ya se es profesional con maestría, y en la etapa de mayor producción es donde el ser humano se torna más sedentario”, comenta Ureña.