Santo Domingo.- Hace once años Neftalí Félix es artesano del larimar en Barahona. Forma parte del 49% de la población ocupada y también del 7% de personas con discapacidad de República Dominicana, de acuerdo con la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE).
«He sido de todo en la vida», cuenta, mientras mide anillos para una cliente en su mesa de exhibición.
Antes del accidente de tránsito que vivió en 2003 trabajó en construcción, fue steward de hotel y ayudante de Compras. Cuando no tenía empleo formal conchaba en un motor, pescaba en alta mar, revendía tilapias que compraba cerca de la Laguna de Oviedo y hasta practicó como panadero.
«Siempre me ha gustado ser independiente. Mi papá me enseñó a eso».
Fue en el taller de un cuñado que observó a orfebres y artesanos hacer las piezas de una piedra única en el mundo, muy buscada por los turistas. «Tomaba el larimar de rechazo y, cuando ellos se iban, trataba de hacer lo mismo». Con lo desechado se fue haciendo artista.
«Un día me atreví a mostrarles las joyas y tuve que hacer una delante de ellos para que creyeran que fui yo. Entonces me enseñaron a darle terminación». Era el 2005 y en ese momento se tomaba hasta 15 minutos para hacer lo que hoy logra en uno.
Según la encuesta ENHOGAR 2013, aproximadamente el 20% (19.6%) del millón de personas que vive con algún tipo de discapacidad (físicomotora, visual, intelectual, auditiva o del habla), trabaja por cuenta propia. Son emprendedores, como Neftalí.
En su pueblo, La Ciénaga, ha capacitado a unas 40 personas en la talla y creación de joyas de larimar. «Seis de ellos tienen su taller y dos han sido personas sordas», explica el emprendedor, quien tiene tres empleados en su taller. «No les enseño solo lo técnico, también hay que motivarlos mucho, despertarles el interés».
El joven de 30 años vive solo y moverse en silla de ruedas no le ha impedido ejercer el pluriempleo. De noviembre a marzo puede ganar hasta RD$30,000 por mes con la venta del larimar, por la temporada alta de turistas.
«Después de eso hay que ‘romper brazos’, saber administrarse. El resto del año hasta reparo celulares», afirma con una sonrisa mientras cobra a la cliente que mira sonriente su anillo.
Neftalí participó en el Bazar por la Inclusión de la Asociación Popular de Ahorros y Préstamos (APAP) en el marco de la celebración del Mes de la Discapacidad y del programa de inclusión financiera APAP Todos.
Por primera vez, la entidad financiera abrió sus puertas para que sus empleados compraran directamente de los artesanos del programa Bazares Itinerantes Consejo Nacional de Discapacidad (CONADIS).
«A las personas con discapacidad se les debe ver como entes productivos y no como personas que viven de la caridad y el asistencialismo» expresó Guillermo Díaz, encargado de Inclusión Educativa del CONADIS. El emprendimiento es una de las vías para lograrlo, lo mismo los Bazares Itinerantes que organiza la institución estatal.
Primeras cajas accesibles de la banca
La inclusión financiera de personas con discapacidad es parte del proceso de inserción social y del camino hacia su independencia o autonomía.
Una vez producen, lo siguiente es facilitarles el manejo de sus finanzas personales.
Este año APAP recibió a representantes de siete organizaciones del sector en un coloquio de sensibilización a sus colaboradores para tratar desde la terminología adecuada para referirse a personas con discapacidad hasta las barreras que deben superarse para hacer más accesibles los servicios financieros.
El encuentro «Conversando con la diversidad» de APAP reunió a Cristina Francisco, representante de la Alianza Discapacidad por Nuestros Derechos y del Círculo de Mujeres con Discapacidad (CIMUDIS), a Onelia Aybar, del Instituto de Ayuda al Sordo Santa Rosa (IASSR), Tommy Guzmán, de la Fundación para el Desarrollo e Integración del Sordo (FUNDEINSORDO), Odile Villavizar, de la Fundación Manos Unidas por el Autismo, Yvette Bermúdez, de la Fundación Creciendo en Orden y Francina Hungría, de la fundación de su mismo nombre, representando a las personas con discapacidad visual.
«Para abrir una cuenta o hacer algunas transacciones debo buscar dos testigos; eso vulnera nuestra privacidad y el derecho a manejar nuestras finanzas con independencia», explica Hungría, quien plantea la necesidad de acoger los principios de diseño universal en las edificaciones y los planes de urbanismo.
Mildred Minaya, directora de Comunicación e Inversión Social de APAP, anunció que la entidad cerrará el 2016 con dos cajas accesibles en sus sucursales de la avenida República de Colombia y de Galería 360 y próximamente dispondrá de otra en su oficina principal para llegar a más personas, principalmente con discapacidad físicomotora y auditiva. El plan de readecuación física continúa en 2017.
Adicional a estas facilidades, la entidad fortalece sus canales digitales para llegar a más personas desde su página web, con ChatAPAP, CitasAPAP, APAPenlínea, TeleAPAP y la aplicación APAPMóvil, entre otros.
Empleo, vivienda e impuestos en la ley 5-13
Y
vette Bermúdez, de la Fundación Creciendo en Orden, que trabaja principalmente con síndrome de Down, llama la atención sobre la Ley 5-13, que ampara y garantiza la igualdad de derechos y la equiparación de oportunidades a todas las personas con discapacidad y establece obligaciones en las empresas de cuotas de empleados con estas condiciones.
Según el artículo 14 sobre políticas de integración laboral, el 5% de la nómina de entidades del sector público debe ser personas con algún tipo de discapacidad, lo mismo el 2% en las empresas del sector privado.
Odile Villavizar, de la Fundación Manos Unidas por el Autismo, explica que hay jóvenes y adultos con esta condición que pueden ser muy efectivos en ciertas tareas de suma importancia para las empresas. Así se lo manifestaron las empresas que acogieron a algunos de sus miembros como pasantes de verano para ordenar archivos, hacer inventarios, digitalizar documentos y tareas contables, entre otras actividades.
Otro aspecto sobre el que se establecen cuotas es la provisión de vivienda y la exención de impuestos, en los artículos 19 y 20, pues debe apartarse el 8% de los proyectos residenciales estatales y no menos del 2% en los privados, así como recibir exenciones fiscales en transporte y vehículos, bajo ciertas condiciones.
El impacto de las acciones en favor de las personas con discapacidad tiene el potencial de duplicarse, si consideramos que la mayoría de las personas con discapacidad tienen el apoyo o acompañamiento de un familiar cercano.
En un país donde los accidentes de tránsito, los accidentes cerebrovasculares (ACV) y enfermedades crónicas van en aumento, se impone adaptar los servicios, la infraestructura y la educación a una población creciente con condiciones diversas.