*Por: Danilo Minaya
Se ha hablado mucho de los sectores productivos afectados por la pandemia, pero muy poco del sector construcción, cuyo trabajo mueve importante parte de la economía nacional, con una tasa de crecimiento relativo en términos de valor agregado del PIB al 2019 de 10.5%, manteniéndose como la actividad de mayor incidencia en el crecimiento económico.
La construcción involucra varios subsectores que giran en torno a ella, sectores “informales” que a su vez garantizan el sustento de muchos (desde el que vende la comida, la ropa, hasta el motoconchista, entre otros).
Existen los más formales, ferreterías, inmobiliarias, constructoras, vendedores de insumos, suplidores, y así una larga colectividad.
Visto el panorama actual y evaluadas las medidas de apoyo que hasta el momento se han implementado, nos cuestionamos:
¿Cuál es el plan de emergencia o contingencia a implementar para este sector de la economía?
¿Cuál será la estrategia por implementar para los obreros de la construcción ante la parálisis laboral, y el quédate en casa?
¿Dónde están las diversas entidades que intervienen en el sector construcción? (CODIA, ACOPROVI, FOPETCONS, entre otras) y por qué, a más de un mes de parálisis absoluta de labores no se han pronunciado, abogando por políticas de apoyo?
La mano de obra de la construcción ha sido de la más afectada por la pandemia y necesita apoyo y respaldo para poder paliarla.
¿Qué va a pasar con el sector luego de superada la crisis? Como serán los métodos de trabajo después que todo se “normalice”. Ante la caída del turismo, la construcción juega un papel fundamental en la reactivación de la economía. En Europa se toman los protocolos de lugar y está abriendo paulatinamente los trabajos, ejemplo que deberíamos tomar como referente.
¿Cuáles serán las medidas preventivas o regulatorias para la mano de obra migrante? la misma de siempre, la que por su condición de migrante no se le da la debida importancia que amerita.
Así como hay abierto un debate sobre los fondos que manejan las AFPs, abrimos el debate para que las entidades ya mencionadas del sector salgan en auxilio de los actores involucrados en la construcción.
Las personas que convergen en el sector también son seres humanos y están sufriendo como el que más la crisis, para los cuales urgen políticas de apoyo.