Washington.- Asesores de salud del gobierno estadounidense están preocupados de que se levante la prohibición nacional a las donaciones de sangre de homosexuales y bisexuales a pesar de que expertos médicos, bancos de sangre y defensores de los derechos gay han intensificado sus exigencias para que se elimine la medida.
La prohibición se remonta a los primeros años de la epidemia del SIDA y fue decretada para proteger el suministro de sangre en Estados Unidos de la exposición a una enfermedad de la que se sabía poco entonces.
Sin embargo, numerosos grupos médicos, como la Asociación Médica de Estados Unidos, afirman que la política ya no tiene sustento científico, ante los avances en las pruebas para detectar el VIH. Activistas gay afirman que la prohibición es discriminatoria y perpetúa un estereotipo negativo hacia los homosexuales.
A pesar de las preocupaciones, los expertos que apoyan el suministro de sangre segura solicitaron a la Administración de Alimentos y Medicinas (FDA por sus siglas en inglés) que proceda con cautela si considera algún cambio a la política actual.
Dijeron que es difícil predecir las consecuencias que tendría un cambio en el suministro de sangre.
La FDA no está obligada a observar las recomendaciones de sus asesores, pero tampoco ha fijado un plazo para emprender cambios a la actual política sobre los donadores de sangre.
Las dudas expresadas por los asesores de la FDA contradicen a otros sectores del gobierno federal, que actúan persistentemente para que se reconsidere la prohibición.
El mes pasado, un panel separado de expertos en sangre segura, a los que convocó el Departamento de Salud y Servicios Humanos, aprobó por 16 votos a favor y dos en contra que se elimine la prohibición a las donaciones de sangre de homosexuales y bisexuales.
En 2010, los mismos expertos habían votado a favor de mantener la medida, sin embargo, aseguran que las nuevas investigaciones muestran que una revisión a la política sobre donadores no socavaría el suministro de sangre segura.
El panel recomendó una restricción de un año en la que se excluiría a donadores hombres que hayan tenido relaciones sexuales con otros hombres en los últimos 12 meses.
Sin embargo, esta propuesta no tiene el apoyo abrumador de los expertos de la FDA.
“Si considero a la ciencia, yo sería muy cautelosa hacia una restricción de un año”, dijo la doctora Susan Leitman.
“Me parece que hablamos de política y derechos civiles en lugar de nuestro deber principal, la seguridad en las transfusiones de sangre”, apuntó.
La mayoría de los 22 miembros del panel coincidió en la necesidad de reforzar la tecnología de detección para el analizar el suministro nacional de sangre y evaluar los cambios a la seguridad conforme avance el tiempo.
Sin embargo, los panelistas dijeron que es difícil predecir las consecuencias de eliminar las actuales restricciones que existen sobre los donadores.