WASHINGTON.- El juicio por corrupción contra el senador demócrata Robert Menendez, hijo de inmigrantes cubanos, fue anulado este jueves, poniendo fin a uno de los procesos políticos más sonados en Estados Unidos.
Tras cuatro días de deliberaciones, el jurado no llegó a una determinación sobre si los regalos de vuelos en aviones privados, vacaciones lujosas e importantes donaciones electorales a Menendez de parte de un adinerado amigo constituyen un crimen.
Con lágrimas en los ojos al final del juicio de nueve semanas, Menendez, senador por Nueva Jersey de 63 años, denunció una «acusación injusta» a la salida de la corte federal en Newark (Nueva Jersey, este). «La manera como este caso empezó estuvo mal.
La manera como fue investigado estuvo mal. He cometido mis errores pero mis errores no fueron nunca crímenes», dijo. Menendez, uno de los tres senadores de origen cubano, es un duro crítico del presidente Donald Trump, pero también de Cuba y Venezuela y un adalid de la causa a favor de los inmigrantes.
Pero las acusaciones de que usó su oficina para favorecer los intereses de Salomon Melgen, un oftalmólogo de Florida (sureste) y donante de sus campañas, lo pusieron en riesgo de ir a prisión, una decisión que habría tenido consecuencias políticas de envergadura a nivel nacional.
Menendez, que negó las acusaciones, se benefició de vacaciones en la villa de Melgen en República Dominicana y en el lujoso hotel Park Hyatt Paris-Vendôme, además de comidas, partidas de golf y 750.000 dólares en donaciones de campaña.
En contrapartida, según la acusación, el senador ayudó a que una compañía de seguridad de Melgen obtuviese un lucrativo contrato en República Dominicana y a obtener visas estadounidenses para las novias brasileñas, dominicanas y ucranianas del médico.
El senador enfrentaba 22 cargos, entre ellos por conspiración y soborno, presuntamente cometidos entre 2006 y 2013. De haber sido condenado, Menendez habría recibido una enorme presión para abandonar el Senado, y la designación de su suplente hubiese quedado en manos del gobernador de Nueva Jersey, hasta enero el republicano Chris Christey, quien muy probablemente habría designado a alguien de su partido.
El cambio habría hecho a los demócratas perder una curul en el Senado, donde la actual composición es de 52 republicanos y 48 demócratas.
Pero Menendez, que forma parte de los 12 senadores que han sido imputados en la historia de Estados Unidos, podría enfrentar ahora una investigación del Senado, según dejó entrever el líder de la mayoría republicana Mitch McConnell. En su opinión, el Código de Conducta del Senado pudo haber sido infringido, por lo que llamó a la Comisión de Ética de la Cámara Alta a investigar las acciones de Menendez.