Atlanta (EE.UU.).- El Gobierno de EE.UU. acelera en su capacidad de poder hacer pruebas médicas para detectar el coronavirus ante las críticas por la escasez de test y el temor de que las personas contagiadas sean muchas más de las cifras oficiales de 1.629 afectados y 41 muertos por el COVID-19.
Este viernes, el presidente Donald Trump expresó por medio de un tuit que, después de hacer “cambios” y “cortar” la burocracia que rodea a los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), las pruebas llegarán “pronto a gran escala».
Trump indicó ahora que están listos para comenzar a trabajar para incrementar el número de test que se hace a la población y criticó duramente a los CDC, de los que dijo que durante décadas “examinaron y estudiaron su sistema de pruebas, pero no hicieron nada al respecto”, por lo que su método es “inadecuado y lento para una pandemia a gran escala».
El presidente hizo estos comentarios el mismo día que la Administración de Alimentos y Medicamentos en Estados Unidos (FDA) anunció dos medidas para actuar con más agresividad ante el COVID-19.
AUTORIZAN PRUEBAS COMERCIALES
La agencia anunció que permitirá por primera vez el uso, y como medida de emergencia, de un sistema de pruebas de coronavirus de tipo comercial.
La FDA también anunció que permite que el Departamento de Salud del estado de Nueva York (NYSDOH) dé luz verde a laboratorios locales para comenzar las pruebas de pacientes en ese estado.
Estos laboratorios interactuarán únicamente con NYSDOH, lo que debería acelerar la disponibilidad de pruebas de pacientes en este estado.
El experto en enfermedades infecciosas de Mayo Clinic Gregory Poland dijo a Efe que hay una “limitación de pruebas” y que si se mantiene se llegará a un punto en el que no se podrá hacer pruebas a todos los que la necesiten debido a “tanta infección” que habrá.
Poland anticipó que habrá más infecciones y que se debe “mejorar» el número de pruebas disponibles para detectar una enfermedad para la cual, además, no hay vacuna ni tratamiento.
CRÍTICAS DE GOBERNADORES
Andrew Cuomo, gobernador de Nueva York, uno de los estados más afectados por COVID-19, ha criticado en las últimas semanas a las autoridades federales por las dificultades para acceder a las pruebas.
Cuomo dijo este mismo viernes que el Gobierno federal debería “descentralizar las pruebas”, dado que el “volumen es demasiado alto”, lo que ha provocado una “crisis en las pruebas” y no están “a la altura” de la situación.
El gobernador sugirió que entre 500 y 1.000 laboratorios podrían abrir de la noche a la mañana si la responsabilidad se devuelve al estado e hizo referencia a que en Nueva York hay docenas de laboratorios que podrían comenzar a realizar sus pruebas en horas.
Anthony Fauci, director del Instituto de Alergias y Enfermedades Infecciosas de EE.UU., reconoció en la Cámara de Representantes que el “sistema no está orientado hacia lo que necesitamos ahora mismo» y que el país estaba “fallando” a la hora de ofrecer pruebas a los que lo necesiten.
En otro gran estado golpeado por la enfermedad, California, con 198 casos de COVID-19, de los cuales 4 resultaron en el fallecimiento del paciente, los funcionarios de salud denuncian que carecen de componentes claves para realizar análisis de laboratorio.
Según declaraciones del gobernador de California, Gavin Newsom, a CNN, es imperativo que el Gobierno federal y los laboratorios de los Estados Unidos tengan todos los componentes necesarios.
“Me sorprende que esto no sea más una conversación nacional. Tenemos que centrarnos en estas pruebas”, expresó Newsom.
UN 1 % DE LA POBLACIÓN AFECTADA
En el estado de Ohio, la directora del Departamento de Salud, Amy Acton, dijo el jueves en conferencia de prensa que “al menos” el 1 % de la población tiene el virus, lo que supone que más de 100.000 personas fueron contagiadas, la inmensa mayoría sin detectar.
Acton agregó que la lenta llegada de las pruebas significa que el estado no tiene números verificados para estar seguros de la velocidad de propagación de la enfermedad, aunque estimó que es “rápida».
En declaraciones a Efe, fuentes médicas dieron por buenas esta estimación de que más del 1 % de la población pudiera estar afectada por el COVID-19, lo que llevado a cifras nacionales supondría 3,2 millones de personas.
Según este experto en enfermedades infecciosas, la “calidad de los números” actuales no es la “mejor por muchas razones”, incluida la cantidad desconocida de personas asintomáticas que están propagando el virus.
PRUEBAS EN OTROS PAÍSES
Según los últimos datos de los CDC, en EE.UU. se han realizado 13.624 test de coronavirus desde el 18 de enero en un país de 328 millones de personas.
Por contra, según información oficial del Ministerio de Salud de Italia, se han realizado más de 60.000 pruebas en este país de unos 60 millones de habitantes.
En Corea del Sur, la cantidad de pruebas realizadas, según datos de las autoridades locales, se ha sobrepasado los 230.000 test en un país cuya población ronda los 51 millones de habitantes.
Como producto de esas pruebas se sabe que el COVID-19 ha infectado a más de 15.000 personas en Italia y cerca de 8.000 en Corea del Sur, según el portal interactivo del Centro de Ciencia e Ingeniería de Sistemas (CSSE) de la Universidad de Johns Hopkins.