Educación sexual

La educación sexual es un tema controversial para algunos, ya que entienden que sólo se trata de adquirir habilidades para un mejor desempeño sexual. Nada más errado. La educación sexual es un proceso educativo integral que implica conocimiento, información y formación, promueve el respeto, enseña a desarrollar habilidades, promueve valores y relaciones interpersonales respetuosas.
Una adecuada educación sexual necesariamente tiene que evaluar la edad del que la recibe, ya que se enfoca en aspectos físicos, cognitivos, sociales, la salud sexual y reproductiva, la prevención y el cuidado en general.
A través del proceso de enseñanza de la ES, las personas, en especial los niños y adolescentes, aprenden a conocer sus cuerpos y a cuidarlos, se informan sobre la anatomía y fisiología de sus órganos genitales, el embarazo, las infecciones de transmisión sexual, desarrollan habilidades para la toma de decisiones con relación a la defensa de su cuerpo y el establecimiento de límites, enseña la negociación del consentimiento y la prevención de la violencia.
La educación sexual integral pretende que niños y adolescentes aprendan a expresar sus emociones y sentimientos, respeten a los demás sin importar sus preferencias, desarrollen su sexualidad en el marco de la responsabilidad a través de las informaciones obtenidas de alguien calificado, lidien con el bombardeo de información inadecuada de los medios de comunicación.
La ES también beneficia al adulto, ya que, a través de ella, entienden más su sexualidad, fortalecen los vínculos sexo-afectivos, conocen sus cambios físicos y emocionales en cada etapa, enriquecen su vida sexual y cotidiana viviendo con mayor plenitud.