Santo Domingo .-Eduardo José Lorenzo ha demostrado con el tiempo que es un atleta con uno de los espíritus más altos de resiliencia.

Lorenzo se ha encargado de mantener vivo el legado otorgado por su padre (Domingo Lorenzo Conde), y desde los 10 años de edad, cuando se inició en el deporte de tiro al plato, ha sabido superar todos los obstáculos para mantenerse como uno de los pilares de esa disciplina, a sus 57 años de edad.

Su pasión por el tiro al plato, modalidad fosa olímpica, lo ha llevado a realizar más de cuatro viajes a la semana desde Santiago al polígono de Tiro del Higüero, tras la carencia de una instalación en la “Ciudad Corazón”.

“Salgo de Santiago a las 5:30 de la mañana a entrenar a Santo Domingo cuatro veces a la semana y retorno a trabajar al día siguiente”, dijo Eduardo, quien es graduado de ingeniería industrial.

Alta valoración
Para Lorenzo, la clasificación a sus segundos Juegos Olímpicos es un logro muy grande, “porque ha sido a base de arduo trabajo, sacrificio y de lucha”.

Eduardo, quien tuvo una pausa de 16 años en ese deporte, estuvo entre los dominicanos que participaron en los Juegos Olímpicos de Río 2016 y ahora se alista para asistir a París en julio.

“En el Campeonato de las Américas que me gané la única plaza olímpica que había y para mi es un honor muy grande representar al país en esos Juegos Olímpicos”, explicó el ganador de tres medallas panamericanas de Tiro.

El tiro al plato marcha de generación en generación en su familia y su hijo, quien lleva su mismo nombre, sigue los pasos de él y su abuelo.

Destacable

— Respaldo
El ganador de más de nueve medallas centroamericanas dijo estar agradecido de la ayuda que recibe del Ejército y del programa Parni, ya que ese dinero lo destina para costear el combustible para realizar sus entrenamientos.