Latinoamérica está de luto por la muerte de Eduardo Galeano, el ilustre uruguayo que con “Las venas abiertas de América Latina” (1971), despertó la conciencia sobre la expoliación a que los imperios han sometido a nuestro subcontinente.
Su legado literario echó cepas también en el fútbol, por cuanto nos toca una ración del luto por preclaro escritor y periodista. Con sorpresa descubrimos que una de sus iniciales publicaciones fue “Su majestad el fútbol” (1958), libro que no conocemos.
“El fútbol a sol y sombra” (1995), fue la obra con que Galeano deleitó a “futboleros” y extraños. Es una radiografía sociológica, única, del juego y de sus seguidores; las vinculaciones con guerras y movimientos sociales; las manipulaciones y atrocidades cometidas por algunos tiranos, utilizando el fútbol como medio; presenta acciones de solidaridad de clubes o jugadores para recaudar fondos por la causa de la democracia.
También presenta, con pegajosa picardía y desparpajo, hilarantes exageraciones, jugadas y momentos de gloria y purgatorio de dioses y futbolistas caídos en desgracia.
Galeano hace una singular referencia a los Mundiales de Fútbol, desde el primero en 1930 hasta el de 1994. En cada uno señala las situaciones que se vivían en el mundo de la política, la literatura, guerras o movimientos sociales en todo el planeta.
En el de 1930 incluye lo siguiente: “En la República Dominicana, la caída del precio de la azúcar habría el largo ciclo de la dictadura del también general Rafael Leónidas Trujillo, que inauguraba su poder bautizando con su nombre a la capital y al puerto”.
A partir del Mundial de 1962 incluye, indefectiblemente, esto: “Fuentes bien informadas de Miami anunciaban la inminente caída de Fidel Castro, que iba a desplomarse en cuestión de horas”. Nos queda invitar a leer esta obra. Mientras, nosotros trataremos de conocer “Su majestad el fútbol”. ¡Gloria eterna a Galeano!
