Economía del ‘cheleo’

Economía del ‘cheleo’

Economía del ‘cheleo’

Un pueblo como el nuestro, con una economía informal bastante más grande que la formalizada, tantos días de fiesta, ocio o sin que la cantidad acostumbrada de gente salga cada día a la calle a trabajar de cualquier modo, pero principalmente en puestos formales de labor, se resiente el “tintineo” acostumbrado del dinero.

Porque el lunes era un día laborable, pero el martes los pocos que debían cumplir con horarios laborales lo hicieron hasta el medio día o un par de horas más y tal vez vuelven hoy y mañana a cumplir deberes industriales, comerciales o burocráticos.

Desde el viernes de la semana pasada se ha visto una reducción notable de la actividad social y humana, por lo menos en las grandes ciudades, y lo mismo se espera para la semana que viene.

Días complicados
La economía informal vive de la formal. Y si la segunda se va de vacaciones la primera sufre, porque la informalidad incluye iniciativas de un cierto nivel de organización, como puede serlo un taller de mecánica, ebanistería o herrería, hasta un vendedor de chucherías al pregón o un pequeño comercio, que sufren estos días.



El Día

Periódico independiente.