Dubái ha sido durante años -y gracias al oro negro- una de las economías más prósperas de Oriente Medio, la segunda del mundo y una de las cinco áreas metropolitanas que más crece en el planeta.
Sin embargo, esa gallina de los huevos de oro que impulsó su economía a partir de los años 70 también la empujó hacia una vertiginosa modernidad que no sólo aumentó el turismo, sino que le permitió diversificar sus fuentes de ingreso.
Gracias a eso, en los últimos años la ciudad portuaria pasó de depender en un 75% del petróleo y el gas a hacerlo tan sólo en un 20%.
Pero de entre todas las colosales obras arquitectónicas, enormes rascacielos e islas artificiales destaca un proyecto que nació hace ya casi dos décadas, en octubre de 2002, y que está resultando ser todo un éxito a la hora de atraer empresas y altos ejecutivos de todo el mundo.
Se llama Dubai Silicon Oasis y pretende convertir a «la joya de Oriente Medio» -como se conoce al país- en un centro global de innovación… y destronar su mayor rival, Silicon Valley.
Proyectos estatales ambiciosos
La modernización de Dubái en los últimos años es más que evidente: los robots-policía que vigilan sus centros comerciales y los drones de pasajeros que surcan sus cielos son apenas dos ejemplos de cómo el país se está mostrando al mundo como un líder en innovación tecnológica.
El gobierno está tratando de atraer firmas internacionales para en proyectos estatales para su «oasis tecnológico».
«Hay muchas oportunidades para que las startups comiencen aquí su negocio y crezcan», le dice a la BBC Muammar Alkatheeri, de Dubai Silicon Oasis Authority (DSOA), una asociación gubernamental encargada de «facilitar y promover industrias basadas en tecnología moderna».
«La tecnología estará será uno de los puntos fuertes porque el gobierno desea crecer diez veces más rápido que ahora».
Dubái Oasis Valley cuenta con una extensión de 7,2 kilómetros cuadrados, comunicaciones avanzadas con fibra óptica, tres centros de datos y ocho centrales eléctricas. Y está estratégicamente situado en el centro de la ciudad y a 20 minutos del Aeropuerto Internacional de Dubái.
«De Dubái al mundo»
Georges Aoude es uno de los empresarios que eligió Dubái para su startup tecnológica.
Aoude inventó un sistema en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) que avisa a los conductores si otro auto se está acercando a la misma intersección o rotonda y evitar hasta un 40% de accidentes.
Pero ¿por qué Dubái?
«Este país está fomentando las ciudades inteligentes, la inteligencia artificial y los vehículos autónomos, así que para nosotros fue una plataforma de lanzamiento fantástica», le dijo a la BBC. «¡De Dubái al mundo!».
La economía del país todavía confía en gran medida en el petróleo, pero las cosas están cambiando.
Para los dirigentes de Emiratos Árabes Unidos, la llegada de los taxis-drones fue una forma de llamar la atención de otros lugares del mundo hacia su intención de crear una economía basada en las nuevas tecnologías.
Fujitsu, AMD, Euromonitor International, Western Digitaly Valustrat son algunas de las empresas que operan en el «oasis tecnológico» de Dubái.
Hay compañías de todas partes del mundo: Estados Unidos, Singapur, Francia, Reino Unido, Malasia…
Algunas de ellas tienen proyectos muy innovadores, como la multinacional china Huawei, que quiere instalar en ese área la primera calle tecnológica de Oriente Medio., la cual facilitará el acceso a WiFi e incorporará sensores para regular la temperatura y la humedad.
Además, Dubai Silicon Oasis cuenta desde marzo de este año con estaciones gratuitas para recargar los autos eléctricos.
«Un pilar de nuestro modelo de negocio es la sostenibilidad», declaró Al Katheeri. ¿Estará a la altura el modelo renovable de Dubái cuando se le acabe el último barril de petróleo?