Mario Draghi, President of the European Central Bank, (ECB) attends a session of the World Economic Forum Annual Meeting 2013 on January 25, 2013 at the Swiss resort of Davos. The World Economic Forum (WEF) will take place from January 23 to 27. AFP PHOTO / JOHANNES EISELE
A Mario Draghi el trabajo no se le está haciendo nada fácil. El presidente del Banco Central Europeo ha llevado a los inversores a pensar en algo grande para después de la reunión hoy sobre políticas.
Sin embargo, su capacidad de hacer algo verdaderamente sustancial es limitada y sus elecciones están lejos de resultar atractivas.
De modo que la mejor opción para Draghi esta semana puede ser simplemente dirigir un mensaje a los gobiernos de Europa. Más precisamente, una advertencia: El estímulo monetario está llegando al fin de su vida útil. La política fiscal debe desempeñar un papel más importante.
La necesidad de estímulos adicionales no debería ser algo polémico. Gran parte de la zona euro se ha quedado atascada en una prolongada recesión, y la amenaza de deflación no desaparece. Esta semana, el banco central podría anunciar reducciones de los pronósticos de crecimiento e inflación.
La pregunta es, ¿qué tipo de estímulos son necesarios? Ya se ha implementado una política monetaria agresiva. Europa posee un enorme programa de compra de bonos, y el BCE recortó su tasa de interés para depósitos bajo cero. Una mayor expansión de este tipo de programas no convencionales está lejos de ser lo ideal.