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El presidente del Banco Central de Europa, Mario Draghi puede evaluar esta semana si su optimismo respecto de la economía está bien fundado.
Desde la confianza empresarial en Alemania hasta la industria en Francia y el gasto en consumo en Italia, datos provenientes de la eurozona integrada por 19 países darán una idea del estado de la recuperación.
Sus palabras llegan apenas unos días después de que grupos de manifestantes expresaron su ira frente a la nueva sede del BCE en Frankfort por el aparente rol de la entidad a la hora de imponer austeridad fiscal y penuria económica en toda Europa. En tanto el desempleo alcanza máximos récord.
