Al parecer hay dos olas de pensamiento en el Gobierno. Una, bien identificada con el presidente Danilo Medina con mantener las restricciones hasta el momento indicado, y otra, que se inclina por la apertura de las actividades, aunque cuando existe el peligro de la propagación del coronavirus.
El ministro de Salud, Rafael Sánchez Cárdenas, no esconde su posición de que no existen las condiciones vitales para la reanudación de la normalidad cuando hay la alerta global sobre la amenaza del Covid-19.
De ahí se conocen las posiciones del presidente Medina y del ministro de la Presidencia, Gustavo Montalvo.
Pero, sin embargo, poco a poco el Gobierno viene con la incorporación de un personal mínimo en algunas instituciones para dedicarse a labores estratégicas.
Las circunstancias determinarán cuál de las dos corrientes se impondrá cuando hay sectores de diferentes litorales temerosos de un desenlace peligroso del Covid-19.
Otras presiones
Los diversos medios recogen declaraciones de sectores productivos que insisten en la necesidad de que se les otorguen permisos para la apertura de sus negocios, aun cuando desde el Gobierno se ofrecen cifras lamentables sobre fallecidos y miles y miles de contagios, además de recluidos en cuidados intensivos.
Con el poco cumplimiento a la cuarentena que se observa por parte de la ciudadanía se nota que también hay una presión social por el retorno a la normalidad. ¿Y entonces?
