Tormenta tropical Dorian: por qué no es buena idea usar armas nucleares contra los huracanes

Tormenta tropical Dorian: por qué no es buena idea usar armas nucleares contra los huracanes

Tormenta tropical Dorian: por qué no es buena idea usar armas nucleares contra los huracanes

La tarea de dirigir una bomba al centro de un huracán en un lugar remoto del océano sería "formidable", explicó NOAA.

El uso de armas nucleares para destruir huracanes es una idea recurrente en Estados Unidos. Pero es una mala idea.

La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica, (NOAA, por sus siglas en inglés) respondió a la información de una supuesta sugerencia hecha por el presidente de EE.UU., Donald Trump, de usar armas nucleares, algo que más tarde desmintió desde la cumbre del G7 en Biarritz, Francia.

El sitio noticioso online Axios informó que el presidente Trump le había preguntado a varios altos funcionarios de seguridad nacional sobre la posibilidad de usar bombas nucleares contra los huracanes que amenacen tocar tierra.

«Es ridículo», escribió Trump en su cuenta de Twitter. ¡Son más NOTICIAS FALSAS!», enfatizó.

No obstante, esta no es la primera vez que la idea nuclear se pone sobre la mesa. Así que NOAA aprovechó la oportunidad para afirmar que los resultados serían «devastadores».

Los huracanes típicamente afectan la costa este de Estados Unidos, muchas veces causando daños graves a casas, edificios e infraestructura, arrasando cultivos, desplazando poblaciones y cobrando vidas.

Después de los supuestos informes sobre la propuesta de Trump, la etiqueta #ThatsHowTheApocalyseStarted (Así empezó el Apocalipsis) se volvió tendencia en Twitter.

¿Qué efectos tendría bombardear un huracán?

La NOAA comentó que el uso de armas nucleares contra un huracán «probablemente ni alteraría la tormenta», y que «la lluvia radiactiva se desplazaría bastante rápido con los vientos alisios que afectan las áreas terrestres».

La dificultad de utilizar explosivos para alterar los huracanes, dice la agencia, es la cantidad de energía que se necesita.

Imagen satelital del huracán Florence desplazándose en el océano Atlántico el 10 de septiembre, 2018El huracán Florence azotó la costa este de EE.UU. el año pasado.

La cantidad de calor que libera un huracán es equivalente a una bomba nuclear de 10 megatones explotando cada 20 minutos.

Aunque la energía mecánica de una bomba atómica se acerca a la de la tormenta,«la tarea de concentrar aunque sea la mitad de la energía en un punto en la mitad de un océano remoto sería formidable». añade.

«Atacar olas o depresiones tropicales débiles antes de que tengan la oportunidad de desarrollarse en huracanes tampoco es prometedor», asegura NOAA.

«Unas 80 de estas perturbaciones atmosférica suceden cada año en la cuenca del Atlántico, pero sólo unas cinco se convierten en huracanes en un año normal. Es imposible saber por adelantado cuáles se desarrollarán».

¿Cuánto lleva la idea?

La idea de bombardear un huracán lleva rondando desde los años 1950, cuando un científico del gobierno la sugirió originalmente.

Durante un discurso ante el Club de Prensa Nacional, en 1961, Francis Riechelderfer, director de la Oficina de Meteorología de EE.UU., declaró que podía «imaginar la posibilidad de algún día detonar una bomba nuclear sobre un huracán en alta mar».

La Oficina de Meteorología sólo empezaría a adquirir las armas nucleares cuando supiera lo que estaban haciendo, añadió, según la publicación National Geographic.

NOAA señala que la idea se sugiere frecuentemente cada vez que llega la temporada de huracanes.

Un árbol caído en Wilmington, Carolina del Norte, tras el paso del huracán FlorenceLos huracanes suelen causar estragos cuando tocan tierra en la costa este de EE.UU.

¿Cuándo es la temporada de huracanes en EE.UU.?

La temporada de huracanes en el Atlántico va desde el 1 de junio hasta finales de noviembre. Durante esos meses, alcanza su punto máximo en septiembre, cuando las temperaturas del océano están más altas.

NOAA advirtió a principios de este mes que las actuales condiciones se inclinan a producir una actividad de huracanes por encima de lo normal.

La agencia pronostica entre 10 y 17 tormentas con nombre, de las cuales de cinco a nueve se convertirían en huracanes y de dos a cuatro serían de gran magnitud.

Hasta el momento, dos tormentas con nombre se han formado en lo que va del año.

Tomado de BBC Mundo



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