El universo es donde vivimos. No conocemos empíricamente otra realidad. Pero es tan vasto el universo y tan diminuto el ser humano que debemos reducir la escala para poder ubicarnos. Habitamos en un planeta que gira en torno a una estrella que llamamos el Sol.
Es tal la distancia entre nuestro habitat cósmico y el Sol, que su luz tarda 8 minutos aproximadamente en llegar a nosotros.
Como la luz viaja a casi 300 mil kilómetro por segundos, el astro rey se encuentra a casi 150 millones de kilómetros.
Si existiera una fantástica autopista entre el sol y la tierra, y condujeramos nuestro coche a 100 kilómetros por hora, nos tomaría 171 años llegar al sol.
Pero si viajáramos en la sonda Juno, que llegó a alcanzar los 265,540 km/h, llegaríamos en 23 días, poco más de tres semanas.
La cuestión se complica al pensar en la estrella más cercana después de el Sol, que en realidad son tres: Próxima Centauri, Alfa Centauri A y Alfa Centauri B. Y este trío estelar se encuentra a 4.2 años luz.
Como cada año luz representa 9.5 billones de kilómetros, la distancia es de 40 billones de kilómetros. Eso representa poco más de 17 mil años de viaje con la nave más veloz que ha hecho el ser humano.
Las siguientes son la Estrella de Barnard a casi 6 años luz y las gemelas Luhman 16A y Luhman 16B a 6.6 años luz. Y esas son vecinas nuestras, puerta con puerta. ¡Qué solos estamos!