El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó reducir las admisiones de refugiados a sólo
7,500 anuales, el número más bajo desde que el programa entró en marcha en 1980.
La prioridad para obtener este estatus y recibir refugio en Estados Unidos, además, la tendrán “primordialmente” los sudafricanos blancos y las personas que han sido “víctimas de discriminación injusta o ilegal” en sus países de origen, según un documento publicado hoy por la Casa Blanca.
Desde su llegada al poder, el pasado 20 de enero, Trump pausó la mayoría de admisiones de refugia
dos al país, a través de una orden ejecutiva donde se argumentaba que el programa era “perjudicial”
para los intereses del país.
Una de las pocas excepciones a este parón han sido los afrikáners (sudafricanos descendientes de colonos neerlandeses) que han sido admitidos en EE.UU. desde el mes de mayo, después de que Trump asegurara falsa mente que están siendo víctimas de un “genocidio”.
Las controvertidas declaraciones de Trump tensaron las relaciones entre Pretoria y Washington, después de que el Ejecutivo sudafricano aprobara a finales de enero una ley de expropiación de tierras.
Varias organizaciones en defensa de los derechos humanos rechazaron duramente la decisión de hoy de limitar las admisiones de refugiados y pidieron al Gobierno reconsiderar la medida.
“Durante 45 años, el Programa de Admisión de Refugiados de Estados Unidos (USRAP, por sus siglas
en inglés) ha sido un faro de esperanza y un reflejo del liderazgo y los valores humanitarios de Estados
Unidos”, recordó la organización International Rescue Committee en un comunicado