- Publicidad -

- Publicidad -

Doña Susana: Una vida de trabajo y una vejez sin cobertura de salud

Santo Domingo.- A las 4:30 de la madrugada suena el despertador en su viejo celular colocado sobre una mesita de madera al lado cama. A veces lo apaga con desgano y se vuelve a arropar; otras veces lo mira sin moverse, como si dudara si vale la pena volver a empezar.

Pero siempre termina levantándose. A las cinco en punto, cuando la ciudad todavía bosteza entre tiniebla, ya el agua está hirviendo, el café burbujea, el té suelta su aroma y el chocolate espeso se remueve con un cucharón de palo que ha visto mejores días.

El ritual con el que inicia su día termina cuando mira confiada por la ventana y advierte que el panadero ha dejado colgadas en la puerta las ocho fundas con panes de agua.

Lea también: Faride Raful: “Mi rol más importante es ser mamá”

Susana Peguero, 66 años, chiripera de oficio y alma. Lleva más de dos décadas vendiendo café, pan y ofreciendo calor humano en una parada de carros de la avenida San Vicente de Paul, en Santo Domingo Este. Ahí, entre guaguas, motores y bocinas, ha pasado la mayor parte de su vida adulta.

Acompaña las madrugadas de los choferes, que la esperan como se espera al sol cuando amanece. Entre risas y chistes, dicen que, “sin Susana la ruta no es lo mismo”.

Etiquetas

Artículos Relacionados