Dunia De Windt
Generaciones de periodistas una tras otra conocíamos desde antes de llegar a las aulas universitarias la figura insigne de don Rafael Molina Morillo, como referente periodístico de este país en momentos cruciales de la historia de la nación y más allá.
Conocí personalmente a don Rafael cuando fungió como director del “Listín Diario”. Afable y siempre abierto a escuchar a una novata en aquel entonces.
A raíz del nacimiento del periódico EL DÍA y respondiendo siempre a mis eternas inquietudes me acogió como una más para formar parte de los colaboradores del diario que en ese momento era online, ya luego impreso como hasta ahora.
Siempre estuvo presto a escuchar mis llamadas, quejas, solicitudes y apoyo para todos los asuntos profesionales que he realizado.
Haber conocido a un personaje como don Rafael fue un privilegio de la vida. Sus logros como profesional destacado de vitales proyectos impresos y audiovisuales que logró en momentos tan delicados para la libertad de expresión lo sitúa en una élite destacada.
Vi a don Rafael por última vez el pasado mes de febrero, donde fui a visitarlo como de costumbre para agradecerle personalmente su apoyo a una actividad cultural en la que estaba inmersa.
Aprovechó el momento para hacerme entrega de sus últimos libros reeditados, uno de ellos sus memorias titulado “Mis Recuerdos Imborrables”. Me dedicó ambos libros y luego procedimos a comentar la actualidad nada halagüeña del país.
A la vez, destacó su reiterado apoyo a todas las causas sociales justas que reclamamos en esta sociedad.
Sabíamos en la redacción que atravesaba momentos delicados de salud propios de la edad, pero ahí continuaba sentado en su despacho, llegando cada día al periódico y trabajando en lo que siempre supo hacer. Aún así, nos sorprendió la noticia de su fallecimiento, en una sociedad que adolece cada vez más de profesionales de la comunicación de su talla.
Gracias por sus atenciones don Rafael y su defensa a una libertad de expresión tan cuestionada hoy día, comercializada por mediocres. Su ejemplo de vida profesional estará con todos aquellos que algún día podamos estar a su nivel.
Desde aquí me uno al pésame a su familia, amigos y a todos los compañeros de EL DÍA. Paz para siempre……
