Dominicanos en Nápoles, una comunidad dinámica y laboriosa

Dominicanos en Nápoles, una comunidad dinámica y laboriosa

Dominicanos en Nápoles, una comunidad dinámica y laboriosa

Vista de una calle de la ciudad de Nápoles, al sur de Italia, donde hay radicada una comunidad de hombres y mujeres dominicanos. AGENCIA FOTO

ITALIA.-Corría el mes de marzo cuando hicimos una visita a la ciudad de Nápoles, al sur de Italia, y nos llamó mucho la atención la cantidad de dominicanos que residen allí, por lo que aprovechamos para hacer un breve estudio sobre su realidad, de qué viven, cómo llegaron y cómo fue su proceso de adaptación.

Del grupo de 41 dominicanos consultados durante nuestra visita, encontramos que dentro de las mujeres (24), 5 tenían una estadía en Nápoles que va de entre 20 a 34 años, en tanto que del grupo de los hombres (17), hay 5 que tenían una estadía comprendida entre 21 a 24 años.

La mayoría de la población inmigrante a la que se le aplicó el cuestionario oscila entre los 2 a 15 años de estancia en Nápoles. 28 de 41 personas de la muestra están dentro de este segmento.

En torno a la procedencia regional de los encuestados, debemos señalar que la gran mayoría es de la región norte o Cibao (25 de 41), muchos de las ciudades de San Francisco de Macorís y de La Vega. Le siguen en el mismo orden, Santo Domingo y Distrito Nacional, sureste y suroeste.

La porción mayoritaria de los inmigrantes dominicanos a quienes se les aplicó el cuestionario se hallaba entre los límites de 28 y 42 años de edad.

Reunificación familiar
Con respecto a la razón de haber emigrado, la mayoría de los encuestados la atribuye a motivos familiares, o más específicamente, a la “reunificación familiar”.

Al referirnos a reunificación familiar se puede hacer referencia a dos situaciones diferentes: 1) el haber contraído matrimonio con un (a) italiano (a); y 2) ser pedido (“invito”) por un familiar ya radicado en Italia.

Una causa fundamental para que la población dominicana inmigrante en Nápoles sea principalmente de mujeres, se debe al hecho de que preponderantemente son ciudadanos italianos los que contraen matrimonio con dominicanas, y no tanto las mujeres italianas, quienes establecen vínculos maritales con dominicanos.

Luego de establecido el señalado vínculo, se procede habitualmente a tramitar la residencia de la desposada o desposado dominicanos. Es en razón de estas circunstancias que pudimos verificar en la muestra escogida, que de 41 personas, 27 atribuyen a razones de reunificación familiar su emigración a Nápoles.

Particularmente, de 24 mujeres 19 lo atribuyen a esta causa, mientras que de 17 hombres 8 señalan el mismo motivo. Con respecto a la motivación de carácter económico, los hombres la tienen como su razón principal en una proporción de 9 de 17, en tanto que las mujeres estiman la razón económica en una proporción de apenas 5 de 24.

Actividad laboral
En cuanto a la actividad laboral llama positivamente la atención que el 80.5 % de los encuestados tiene trabajo fuera del hogar. Sólo el 19.5 % no labora fuera del hogar, y entre ellos se incluye a personas que trabajan o se desempeñan en quehaceres domésticos en su propio hogar, o porque estudian.

Las actividades laborales más pesadas se despliegan en torno al muelle y la construcción.

Una barbería de dominicanos en Nápoles.

Los hombres que trabajan en el muelle se desempeñan en limpieza de muffler de barcos, en carga y descarga y en pintura naval. Pero la gran mayoría de los inmigrantes encuestados trabajan en actividades de servicio.

Entre los dominicanos y dominicanas que laboran en este sector, se puede mencionar a los que se desempeñan como: barberos, domésticas, empleadas y propietarias de salones de belleza, empleadas y propietarias de centros de estética, asistencia dental, repostería, empleadas de tiendas de ropa, venta de frutas y vegetales, chofer, expendedor en una pescadería, limpieza, empleado de bar-cafetería, elaboración y distribución de comida, expendedora de colmado, cuidado de bebé, trabajadora sexual y otros quehaceres.

Llegó engañado
Uno de los encuestados aprovechó la ocasión de esta investigación para expresar que él fue traído por un familiar “engañado”, el cual le había dicho que ganaría “muchísimo dinero”, pero que ha tenido que trabajar en condiciones duras, con mucho frío. Afirmó, sin embargo, que su calidad de vida se ha elevado en Nápoles.

Aunque dentro de los encuestados sólo se encuentra una persona dedicada al trabajo sexual, en consulta realizada, se estableció que son varias las mujeres inmigrantes dominicanas dedicadas a esta actividad, así como que algunas de ellas perciben un ingreso, por esta función, por encima de lo que se recibe por otras labores desplegadas por inmigrantes.

Un resultado de la encuesta, que llama ampliamente la atención, es el hecho de la altísima proporción de inmigrantes dominicanos que han aprendido el idioma italiano. De 41 encuestados, 39 personas lo hablan, es decir el 95 %.

En el caso de las mujeres, todas hablan el italiano, en tanto que de los hombres uno no lo habla y otro sólo se comunica parcialmente.

Esto en razón de que el que lo habla parcialmente apenas tiene 6 meses en la provincia y el que no lo habla sólo tiene 4 meses en Italia.

Pero a pesar de la gran cantidad de inmigrantes dominicanos que se pueden comunicar en italiano, es llamativo que sobre la pregunta en torno a su participación en organizaciones sociales, culturales, políticas o religiosas, sólo 15 de 41 encuestados dicen participar en algún tipo de actividad.

Esta participación se distribuye en 6 que participan en actividades sociales, 4 en actividades religiosas, 3 en actividades deportivas, 1 en actividades culturales y 1 en actividades políticas.
Esto habla de una cierta marginalidad y relación social de los dominicanos en Nápoles.

¿Por qué van?

— La motivación
La mayoría de los hombres dominicanos que emigran a Nápoles lo han hecho por motivos económicos, mientras que las mujeres tras haberse casado con un italiano o ser invitada por un familiar.