Santo Domingo.- “Mamita qué haces…”. Este fue el último mensaje enviado por Oscar Aracena Montero vía watsapp a su hermana Katerín Martínez, una hora antes de ser acribillado en la masacre de la discoteca Pulse de Orlando, Florida, donde más 50 personas murieron y otras 53 resultaron heridas.

Ayer en la tarde, abatida por la triste noticia, Katerín narró que no le contestó, ya que estaba dormida a la 1:00 p. m. y una hora más tarde ocurrió el atentado.

“Nos enteramos a las 7:00 de la mañana cuando su papá Ambiórix Aracena, llamó para darnos la noticia”, comentó la joven.

Oscar residía en Kissimmee, estaba de vacaciones en Canadá y el pasado sábado llegó a Orlando con algunos familiares y su pareja sentimental, el venezolano Simón Carrillo, que también murió en el hecho.

Inicios en EEUU

En su casa de la calle Mayagüez, en el ensanche Ozama, la madre del joven de 26 años, Altagracia Montero Díaz reveló que su hijo se fue a Estados Unidos hace ocho años pedido por su padre y logró la ciudadanía en el año 2015.

“Él se fue siendo bachiller, de inmediato llegó empezó a trabajar en un MacDonald hasta que logró el cargo de gerente”, comentó entristecida. Rodeada de familiares y allegados que fueron a solidarizarse con la familia, Altagracia contó que Oscar estudiaba Mercadeo y entre sus planes estaba venir a buscarla en un mes cuando le saliera la residencia. Era el primero de sus hijos, seguido de Katerín y María Martínez, de su segunda relación matrimonial.

Oscar les ayudaba económicamente y había comprado una casa para llevársela y más adelante a sus hermanas. “Se hizo ciudadano para ayudarme; quería verlo vivo, pero Dios lo quiso así”, dijo Altagracia, quien logró una visa humanitaria para viajar hoy a Estados Unidos a buscar al occiso. Susfamiliares lo definieron como una persona excepcional.