Dominicanita

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Dominicanita

¿Cuál es la imagen de las dominicanas en el exterior? Invito a que hagan el siguiente ejercicio: ingresar al buscador Google y escribir «dominicana». Ahora deléitese con el preocupante resultado que sale de esta palabra.

Fotos de mujeres semidesnudas, prostitución y un sinnúmero de imágenes no apropiadas, que en lo personal despertaron mi preocupación. Imágenes horribles, denigrantes, inaceptables y nefastas con hipervínculos asociados con: mujer linda, cuerpo mujer, dominicana pegando cuerno, etc.

La mujer dominicana, como bien define la canción del maestro Rafael Solano al compás de la güira y la tambora en su canción «Dominicanita», es una «manzanita de oro; orgullo del país», que representa una parte neurálgica de lo que somos como isla.

Con su inteligencia, la mujer dominicana ha sido corresponsable en la construcción de nuestra República, colorea nuestra identidad con su sonrisa, ilumina las playas con su vivacidad inigualable, es esencia viva de lo que conocemos como dominicanidad.

Heroína como las hermanas Mirabal, luchadora como Mamá Tingó, intelectual como Salomé Ureña, hermosa como María Montez, talentosa como María Trinidad Sánchez y Concepción Bona, activista como Juana Trinidad (Saltitopa), revolucionaria como Piky Lora, en fin, la mujer dominicana es sinónimo de lucha y superación incansable. Desde siempre nos ha tocado esforzarnos el doble, lo que nos hace doblemente mejores en todo lo que emprendemos.

La belleza es solo la punta de un inmenso “iceberg”, donde se esconcen las grandezas de una dominicana. Grandezas que no tienen nada que ver con estar semidesnudas, ni usar tangas en la playa esperando que un extranjero las saque de este país en busca de una mejor vida, y mucho menos responde al estereotipo de que todas son negras con cabello crespo.

Mi país está colmado de mujeres valiosas, que se esfuerzan día tras día en mejorar su calidad de vida, madres valientes que dan todo por el bienestar de sus familias, políticas con las «faldas bien puestas» dispuestas a defender la patria con todo su corazón y escritoras excepcionales que con las letras elevan nuestra patria.

Me siento muy orgullosa de ser como esa dominicanita que describe el maestro Solano en su merengue, quien hoy escribe estas líneas para que despertemos. Como mujeres necesitamos dar urgente un giro y terminar con esa imagen denigrante que tenemos ante el mundo y que sale reflejada en los resultados de Google.

Ya es hora de que todos sepan, el auténtico valor de la mujer dominicana.



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