Por mi madre que no sabía que al ruso Dmitry Bivol le gustaran tanto los víveres, ya que a Canelo, se lo comió “con yuca” fue…

Los organizadores de la cartelera llevaron la política al deporte y él, como Armenteros, “sólo miraba y callaba”… Vio que lo subieron de primero al ring a pesar de ser el campeón, escuchó cantar los himnos de México y EE.UU y el suyo no, “¡no, bandera no!” le dijeron en el camerino y él tragando en seco y callado…

Desde que el público lo vio lo abuchearon hasta más no poder y él mudo, con su cara inexpresiva, pero dándole caco a “otra invasión rusa”, ahora en Las Vegas… Y así lo hizo, porque ya en el campo de batallas atacó sin piedad, soltó misiles sobre Canelo, “salió a buscar a los que de él se rieron” y los dejó mudos…

Fue una lucha que por momentos parecía desigual… “Lo que vi y sus abucheos me motivaron y estoy dispuesto a dar la revancha, pero tienen que darme mi respeto como campeón”, dijo el vengativo ruso… No se vayan con el amague por la baja asistencia en algunos estadios de MLB, como Oakland y Cincinnati, por citar dos…

Algunos comenzaron a decir que los fanáticos se han alejado “por el problema que hubo entre dueños y el sindicato”… ¿Anjá? Eso no es que están rechazando al béisbol, simplemente han dejado el masoquismo a un lado en este tiempo de crisis económica ante la tacañería de algunos conjuntos…

Miren como van más de 50 mil al Dodger Stadium y miles y miles al Yankee y Shea Stadium… Estos equipos invierten y brindan “camarones” en el terreno, mientras otros solo ponen “coditos”… Y así no no hay incentivo para ir a un play a gastar.