Distrés y relación de pareja
Estos son unos tiempos en que vivimos bajo presión por la situación actual, lo que provoca ese estrés qué no podemos manejar qué se conoce como distrés. El estrés positivo nos impulsa y motiva cuando se presenta una situación que requiere entrega y esfuerzo. Es una respuesta natural, beneficiosa y controlada.
En términos médicos el distrés es un estado de angustia y sufrimiento, que puede provocar tristeza, inseguridad, confusión y preocupación, haciendo que la persona sea incapaz de adaptarse completamente a factores amenazantes o demandantes. Es el estrés negativo.
Puede provocar trastornos físicos, entre ellos: fatiga, dolores de cabeza, disminución de la capacidad física e intelectual, mareos, sequedad en la boca, palpitaciones, temblores y disfunciones sexuales.
Entre las disfunciones sexuales las más comunes son el trastorno del deseo sexual, disfunción orgásmica, trastornos eréctiles y hasta impotencia sexual transitoria, entre otras.
Esta situación de distrés podría provocar que la persona pierda o disminuya la creatividad, se comporte de manera agresiva, no se pueda concentrar, desarrolle impaciencia e inflexibilidad, dando al traste con las adecuadas relaciones de pareja y familiares.
Converse con afectividad y pregúntele cómo puede apoyarlo, sea discreto, compresivo y para nada exigente.
No juzgues ni critiques a tu pareja si notas un fallo en su desempeño sexual, pues probablemente sea transitorio a causa de este distrés del momento.
Una recomendación es que si sufre de alguno de estos síntomas mencionados anteriormente te asesore con un psicoterapeuta, ya que parte importante de la salud integral es la salud Mental y la salud sexual.
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